Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
México DF, Reuters
Un jefe policíaco del estado de Tamaulipas, al norte de México y actualmente una de las regiones más violentas del país, fue asesinado el fin de semana mientras se encontraba desarmado y junto a su esposa, quien también murió en el ataque, informaron el lunes las autoridades.
Ricardo César Niño, un general retirado que había sido nombrado hace poco jefe de la policía estatal en la región Norte de Tamaulipas, fue asesinado en el área conocida como Vallecillo, una población del vecino estado de Nuevo León, al igual que Tamaulipas fronterizo con Estados Unidos.
Niño viajaba sin escolta y se hallaba en un vehículo sin blindaje, algo inusual en funcionarios de este rango. El auto estaba estacionado a un costado de una carretera, informó el fiscal de Nuevo León, Adrián de la Garza.
“Al momento de los hechos no portaba ningún arma ni lo acompañaba ningún escolta (...) Estamos investigando que pudo haber sucedido”, dijo de la Garza a periodistas.
De acuerdo con medios locales, Niño se habría librado de una emboscada a principios del mes pasado en el municipio de Linares, también en Nuevo León.
Los dos estados han sido escenario por años de pugnas entre el sanguinario grupo delictivo de Los Zetas y el Cártel del Golfo, que le dio origen. Ambos pelean las rutas para el tráfico de drogas y personas hacia Estados Unidos.
Niño asumió el cargo a finales de agosto. Antes fue jefe de seguridad en Cadereyta, en Nuevo León, donde en el 2012 fueron hallados 49 cadáveres sin cabeza y sin extremidades apilados al borde de una carretera.
Más 30.000 personas han sido asesinadas a casi dos años de gestión del presidente Enrique Peña Nieto, incluyendo funcionarios de altos rangos. Especialistas han cuestionado su política de seguridad porque no ha tenido un cambio significativo respecto a la de su antecesor Felipe Calderón, que culminó su mandato con mas de 70.000 muertos.