Las incesantes protestas en Chile pusieron contra las cuerdas a los miembros del Parlamento de ese país.
“Ladrones”, “tramposos” y “corruptos” son algunos de los insultos que han recibido por parte de la ciudadanía desde que comenzó el estallido social, el 18 de octubre pasado.
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Una de las principales causas que está detrás de esta furia en contra de la clase política tiene que ver con los altos sueldos que reciben los diputados y senadores de este país sudamericano.
A pesar de que el malestar sobre este tema se instaló mucho antes de que explotara la crisis actual, la violencia de las últimas manifestaciones puso en evidencia la necesidad urgente de rebajar estos salarios en un 50%.
Y así, presionados por el clamor de la calle, y tras cinco años de intentos fallidos y resistencia por parte de varios partidos políticos, la polémica iniciativa parece por fin estar viendo la luz.
A grandes rasgos, el proyecto -que ya cuenta con mayoría y que se votará el próximo miércoles 27 de noviembre en la Cámara de Diputados- busca reducir de $9.349.851 (US$11.700) a $4.674.926 (US$5.850) la remuneración mensual bruta de los senadores y diputados.
Con esta medida se espera bajar la tensión y hacer frente a las críticas transversales hacia los parlamentarios debido a sus “excesivos” sueldos.
Pero ¿qué tan cierto es que estas remuneraciones son en efecto excesivas respecto a otros países? ¿Cuánto ganan los diputados y senadores de Chile en comparación con América Latina y el mundo?
La respuesta parece darles la razón a los manifestantes.
El más alto de Latinoamérica y el mundo
De acuerdo con un estudio realizado por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes UC), a fecha de 2018 Chile lideraba la lista de países latinoamericanos respecto a la remuneración bruta de sus parlamentarios, sin considerar asignaciones adicionales como viáticos o gastos en transporte, entre otros.
El informe afirma que en esta región el salario bruto mensual promedio para ese mismo año corresponde a US$10.205, ajustados a paridad de poder adquisitivo (PPA), el sistema de medición que permite ver lo que un dólar puede comprar en cada país y, así, hacer comparaciones más exactas.
Chile, no obstante, está más del doble por encima del promedio con US$23.035 (ajustado a PPA), seguido por México y Brasil, con US$20.609 y US$16.462 respectivamente.
Cabe aclarar que el parlamento de México redujo sus remuneraciones este año a 74.548 pesos mexicanos (US$3.842) luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) decidiera que era necesario disminuir el salario de un centenar de funcionarios públicos en el marco de su “plan de austeridad”.
En tanto, los países centroamericanos son los que reciben menores salarios. En Panamá, por ejemplo, los parlamentarios perciben un sueldo bruto de US$3.025 (ajustado a PPA), lo que corresponde a menos de un tercio del promedio regional.
Estos datos analizados por Clapes UC consideran únicamente las remuneraciones recibidas por los diputados de cada país, pues no todos cuentan con sistemas legislativos bicamerales (es decir, diputados y senadores).
La percepción del excesivo salario de los parlamentarios chilenos se intensifica aún más cuando se compara con el sueldo mínimo establecido en ese país, que alcanza un monto de $301.000 (US$377).
Es decir, el sueldo bruto percibido por los diputados y senadores es 31 veces el sueldo mínimo de ese país.
Pero, más allá de América Latina, ¿qué pasa con el resto del mundo?
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó en el 2016 un estudio comparativo de las remuneraciones en Chile versus otros países del mundo.
A partir de los datos obtenidos, la organización asegura que este país "ocupa el primer puesto de las dietas parlamentarias más altas del conjunto total de países estudiados (26 en total)".
El informe sitúa a Chile con una remuneración de US$24.599 (ajustado a PAA), muy por encima de países europeos como Reino Unido (US$7.892), Francia (US$6.650), Noruega ($6.142) o España (US$4.164).
Además, el estudio destaca que en Chile la función parlamentaria no es de dedicación exclusiva, como sucede en otros países donde incluso reciben menores salarios, como Noruega o España.
Esto quiere decir que los chilenos pueden ejercer sus profesiones a la vez que se dedican a su labor parlamentaria. Algo que en la práctica suele suceder pues muchos tienen, por ejemplo, estudios de abogados privados.
Frente a estos datos, son muchos los ciudadanos chilenos que piden un cambio. De hecho, según la encuesta Cadem de junio de este año, un 93% está de acuerdo con reducir la dieta de los diputados y senadores.
¿Por qué son tan altos los sueldos en Chile?
Ahora, la gran pregunta es por qué el salario de un parlamentario chileno está tan por encima del promedio.
Para responder esto hay que remontarse a la Constitución de 1980 donde está establecido que los diputados y senadores recibirán una remuneración equivalente a la de un ministro de Estado, “incluidas todas las asignaciones que a estos correspondan”.
Según la Biblioteca del Congreso Nacional de Chile, al momento de tomar esa decisión “se argumentó que una buena remuneración será la ‘única compensación a todas las causales de incapacidad que los afectan’, refiriéndose a diputados y senadores”.
En conversación con BBC Mundo, Claudio Fuentes, especialista en ciencias políticas y autor de una de las propuestas para disminuir la dieta parlamentaria, explica que “en la función pública existía esta idea de que si ganas poco, llevas a gente de pocas capacidades”.
“Tenías que llevar a gente dispuesta a renunciar a altos sueldos. De ahí que se elevó el sueldo de los ministros y, por lo tanto, de los parlamentarios: la economía requería gente muy bien capacitada. Esa es la lógica que hay detrás, sueldos competitivos”, agrega.
Esto, explica Fuentes, generó que el parlamento chileno estuviera cada vez más integrado por la élite.
“Hubo una transformación, los representantes empezaron a venir de colegios particulares pagados, con un origen social más elitista”.
Y esa es justamente una de las críticas que, en el último tiempo, se ha escuchado en las calles de Chile.
Que sus políticos, ya sea de gobierno u oposición, están "desconectados" del mundo popular pues vienen de una sola sociedad, van a los mismos colegios y veranean en los mismos balnearios.
Polémica en torno a la ley
La discusión del proyecto de ley para reducir la dieta parlamentaria en Chile no ha estado exenta de polémica.
Esto, porque ahora no solo se busca bajar el sueldo bruto de los diputados y senadores sino también el de sus asignaciones, las cuales se utilizan para pagar asesores y gastos operacionales, entre otras cosas.
En el caso de los senadores, estas asignaciones superan los $20 millones (US$25.000), mientras en el caso de los diputados son de más de $10 millones (US$12.520).
Ante esto, un centenar de representantes que trabajan con los parlamentarios han hecho pública su protesta, paseándose por el Congreso con carteles que dicen cosas como: “¿Qué harías si te rebajan el 50% de su sueldo? ¡Yo paro!”.
Otro punto controvertido tiene que ver con reducirle el sueldo a otros poderes del Estado.
Según el Banco Central de este país, podrían ser 12.000 los funcionarios afectados, que verían sus sueldos reducidos a la mitad.
“Una baja de este tipo significa atentar en contra de la independencia de los jueces”, dijo Lamberto Cisternas, vocero de la Coste Suprema.
Durante la discusión, algunas autoridades chilenas hicieron referencia al caso de México, advirtiendo que la decisión de su presidente de reducir su sueldo dentro de un “plan de austeridad” había producido efectos “indeseados”.
“Fue una reducción muy drástica, hizo que mucha gente dejara la administración (...). Fueron más o menos 200 los funcionarios que renunciaron a partir de esta norma y el resto interpuso recursos de protección”, dijo el presidente del Banco Central chileno, Mario Marcel.
Probablemente, estos últimos puntos controvertidos se discutirán en el Senado, cuando el proyecto llegue allá para su última aprobación.
Lo que sí está claro es que la rebaja a la dieta parlamentaria es prácticamente inminente y que, a partir del primer semestre de 2020, los diputados y senadores chilenos recibirán la mitad de su sueldo actual.