Venezolanos de escasos recursos llevaban este domingo sus “carnets de la patria” emitidos por el Gobierno para ser escaneados en puestos callejeros durante las elecciones, con la esperanza de recibir un “premio” prometido por el presidente, una práctica que opositores dijeron sería similar a comprar votos.El gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) registra a los votantes en unas controversiales carpas llamadas “puntos rojos”, que -según denuncias- se instalaron a menos de 200 metros de los centros, violando la ley.Se espera que el mandatario Nicolás Maduro gane con la ayuda de recursos estatales, la inhabilitación de sus rivales más fuertes y un consejo electoral considerado proclive al Gobierno.
Los críticos acusan a Maduro de usar la intimidación para conseguir votos, con muchos venezolanos acudiendo a los llamados “puntos rojos” para que su carnet sea escaneado solo para no perder beneficios como raciones de comida subsidiada y “bonos” monetarios de los que dependen por la hiperinflación.
“Esto antes no existía pero yo lo hago por las ayudas que recibo”, dijo José Torres, de 77 años, mostrando una imagen del fallecido presidente Hugo Chávez que guarda en su billetera tras escanear su carnet en un “punto rojo” en el estado de Lara.
La coalición opositora denunció que los “puntos rojos” estaban desplegados a las afueras del 80 por ciento de los centros electorales. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, había dicho que estos puntos debían estar al menos a 200 metros de los centros y que Maduro le había asegurado que no se escanearían carnets.
Pero los testigos de Reuters vieron como se escaneaban los carnets y que los “puntos rojos” violaban esta regla de 200 metros, inclusive uno dentro de la escuela donde Maduro votó en horas de la madrugada.
Henri Falcón, un soldado retirado y gobernador del estado Lara que desafió el boicot para enfrentarse a Maduro, dijo que su equipo había registrado 350 quejas sobre los “puntos rojos”.
“Aquí no se puede seguir comprando votos, jugando con la dignidad de la gente”, dijo Falcón después de emitir su voto.
—Unos 20,5 millones de electores están llamados a estos comicios adelantados, que darán un mandato de seis años a partir de enero de 2019.—Venezuela ha vivido en el gobierno de Maduro una de sus peores crisis: El FMI estima la caída del PIB en 15% y la hiperinflación en 13.800% para 2018. —El país y la petrolera PDVSA fueron declaradas en default parcial en 2017, y la producción de crudo cayó al peor nivel en tres décadas.—Aunque 75% de los venezolanos rechaza su gestión, se beneficia de los leales al fallecido Hugo Chávez (1999-2013) y de la dependencia de sectores populares de programas sociales y clientelistas.
Durante la campaña, Maduro había prometido que los votantes que mostraran su “carnet de la patria” después de emitir su voto recibirían un “regalo”.No estaba claro de a que se refería, pero Falcón dijo escuchar que se trataba de 10 millones de bolívares, apenas 13 dólares a la tasa del mercado negro, pero alrededor de 5 veces el salario mínimo.Josué Valecillos, un trabajador de construcciones de 54 años, en el estado natal de Chávez, Barinas, dijo que los voluntarios escanearon su tarjeta con un teléfono y le prometieron una transferencia rápida. “Me ofrecieron 10 millones de bolívares”, dijo el partidario de Maduro.Maduro se describe como el “presidente obrero” de Venezuela y dice que iniciativas como el “carnet de la patria” muestran que está tratando de proteger a los pobres del país frente a lo que él llama una “guerra económica” librada por la derecha.Los voluntarios del partido rechazaron las acusaciones de soborno. Yasmina Rauseo, quien manejaba un “punto rojo” en el centro de Caracas, dijo que el escaneo de tarjetas era voluntario y principalmente para ayudar al partido a realizar un seguimiento de quién estaba votando.“No hay una información oficial”, dijo la profesora Rauseo, de 64 años. “Después de que ellos saquen sus cómputos y sus decisiones, manifestaran si eso tiene algún beneficio”.Fuente: Agencias