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Este miércoles, la Cámara de Representantes de Estados Unidos votó a favor de un proyecto de ley que establece sanciones a altos funcionarios del Gobierno Venezolano, atribuyéndoles responsabilidad por presuntas violaciones a los derechos humanos. El Senado ya había aprobado la medida.
La norma pasa ahora al despacho del presidente Barack Obama para su firma.
Tras meses de debate y especulación, el Congreso se puso de acuerdo en la medida contra funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro.
Solo falta el visto bueno del mandatario estadounidense, quien -según declararon funcionarios de la Casa Blanca antes de que la ley pasara por el Congreso- no se “opondría a seguir adelante con sanciones adicionales” .
Además de la revocación de sus visas, los funcionarios venezolanos pueden ver sus activos y cuentas bancarias congelados en ese país, así como ser descalificados para hacer negocios con empresas estadounidenses.
De manera oficial, no se sabe quiénes ni cuántos son los funcionarios sancionados.
Se sabe, sin embargo, qué busca la ley: “Imponer sanciones específicas a las personas responsables de violaciones de los DD.HH. a manifestantes de oposición en Venezuela, para fortalecer a la sociedad civil en Venezuela y para otros fines”.
Estas sanciones se añaden a las de Obama por orden ejecutiva aplicadas en julio, cuando les prohibió la entrada a su país a ciertos funcionarios venezolanos acusados de violación a los derechos humanos.
En 2011 EE.UU. impuso sanciones a la petrolera estatal venezolana PDVSA por hacer negocios con Irán, así como en septiembre de ese mismo año sancionó a tres funcionarios venezolanos, acusándolos de apoyar a la guerrilla colombiana de las FARC.
“Insolentes”
Además de que rechazan ser autores de violaciones a los DD.HH., los funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro desconfían de los “otros fines” mencionados en la justificación de las sanciones, pues consideran que los intereses de EE.UU. en Venezuela son “injerencistas” y, al final, van detrás del petróleo venezolano.
“Ahí está el imperialismo estadounidense conspirando todos los días (…) insolentes senadores norteamericanos, insolentes imperialistas del Senado (…) ¿Quién es el Senado de EE.UU. para sancionar a la patria de Bolívar?”, dijo Maduro en una alocución el martes.
Asimismo, Maduro demandó respeto a Venezuela, le pidió a Obama que recupere el equilibrio con su país y aseguró que “la revolución bolivariana no se deja atemorizar por amenazas de sanciones promovidas 'por la derecha venezolana'”.
Durante el primer semestre de este año, una ola de protestas masivas en Venezuela saldó 43 muertos, más de 600 heridos y alrededor de 3.500 detenidos.
Diferentes organizaciones no gubernamentales, entre ellas Human Rights Watch, denunciaron que las fuerzas del Estado abusaron de su autoridades durante las protestas, incurriendo en torturas, detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza.
Cualquier funcionario venezolano que haya permitido o fomentado estas prácticas, según el proyecto de ley que aprobó el Senado de EE.UU., debería ser sancionado.
Posibles sancionados
Aunque no es frecuente que EE.UU. informe quiénes son los afectados por las sanciones específicas, en Venezuela se estima que podrían ser los funcionarios más visibles durante las protestas.
Por ejemplo, uno de ellos es José Gregorio Vielma Mora, gobernador del estado de Táchira, lugar donde inició la ola de protestas y en cuya capital, San Cristóbal, arrestaron al alcalde, Daniel Ceballos.
“Estoy contento de alguna forma de estar en esa lista, porque quiere decir que me convierto en un patriota venezolano que defendió la paz y la verdadera democracia”, dijo Vielma el martes a medios locales.
El politólogo venezolano Carlos Romero predice, asimismo, que los sancionados pueden ser figuras prominentes, como el entonces ministro del Interior, Miguel Rodríguez Torres, y la fiscal general, Luisa Ortega.
Ortega también se pronunció este miércoles sobre las sanciones, que calificó como un “irrespeto para los venezolanos” y un “atentado contra la soberanía nacional”.
Desde Washington
Tras la decisión de la Cámara de Representantes de aprobar el proyecto de ley para sancionar a funcionarios venezolanos, ahora la medida pasa al escritorio del presidente Obama antes de que se convierta en ley.
Miembros del gobierno de EE.UU. le dijeron a BBC Mundo que es probable que el presidente la firme.
Además, Patrick Ventrell, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, explicó que “el gobierno comparte las preocupaciones del Congreso, así como las de otros actores regionales e internacionales, sobre la situación en Venezuela”.
En los últimos meses ha habido un cambio de postura de la Casa Blanca sobre la imposición de sanciones al país sudamericano.
Como indica el corresponsal de BBC Mundo en Washington, Thomas Sparrow, el gobierno de Obama se había mostrado reacio a apoyar los proyectos legislativos sobre el tema y había dado prioridad a los esfuerzos regionales para buscar un diálogo político, pero recientemente indicó que estaba abierto a una nueva ronda de sanciones pues esos esfuerzos no habían dado fruto.
¿Afectan a Venezuela?
Tras las sanciones específicas, la preguntas que se hacen ahora muchos venezolanos es si esto afecta al resto del país.
Según Romero, sí: “Esto puede determinar un nuevo giro en las relaciones entre los países, que no necesariamente significa el congelamiento de las relaciones pero sí la entrada a una fase negativa”, dijo el académico en declaraciones a Daniel Pardo, corresponsal de BBC Mundo en Venezuela.
“Hay que ver qué partes del proyecto aprueba Obama, pero esto puede radicalizar a Maduro y poner en peligro las fuertes relaciones comerciales, tecnológicas y turísticas que tenemos con EE.UU.”, añade el profesor de la Universidad Central de Venezuela.
Además, EE.UU. es el principal socio comercial de Venezuela.
Y eso, dice Romero, se puede ver afectado por las sanciones, por muy específicas que sean.