Gustavo Petro está casi despedido de su puesto como alcalde de Bogotá. El presidente Juan Manuel Santos, a quien le corresponde ejecutar la sanción que liquida políticamente a Petro, ha confirmado que procederá con su destitución.
Para ello, Santos deberá emitir un decreto que retire al aún alcalde de su puesto y que además le prohiba ejercer funciones como figura pública durante los próximos 15 años.
“El gobierno tiene muy claro que la decisión que le corresponde tomar es la de cumplir la decisión de la Procuraduría, si no existe una decisión de otro orden que le impida hacerlo”, indicó el ministro de Justicia, Alfonso Gómez, en una serie de entrevistas radiales.
Las declaraciones de Gómez se dan un día después de que la Procuraduría, órgano que cumple funciones de control de los funcionarios públicos, confirmara el lunes la destitución de Petro y su inhabilitación durante 15 años por un caso de dolo en la modificación del sistema de recogida de basura de la ciudad, indicó la agencia AFP.
Horas antes de que el titular de Justicia terminara con la expectativa de miles de bogotanos respecto a si Santos procedería o no con la destitución del alcalde, el procurador Alejandro Ordóñez, advirtió que Petro todavía tiene salidas para revertir su destitución si tramita una tutela ante la justicia penal o ante el Consejo de Estado, el máximo tribunal contencioso-administrativo de Colombia, reportó EFE.
Ordeñez insistió también en que el presidente no debía demorar la ejecución de la sanción del alcalde de la capital de Colombia. “Esa es la conducta que había manifestado (Santos) iba a realizar. No dilación para beneficio de la democracia, ésto no puede postergarse y someterse al desgaste que muchos quieren”, advirtió el procurador.