Mene Grande (Reuters)
El Gobierno de Venezuela aumentará el precio de su gasolina, la más barata del mundo, pero el alza no llevará los valores al nivel del mercado internacional, dijo ayer el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez.
El subsidio a la gasolina le genera a la petrolera estatal PDVSA pérdidas anuales por unos US$12.500 millones, según datos del Gobierno. Pero el incremento de los precios se ha postergado en varias oportunidades por el costo social que generaría en el país, que actualmente tiene la inflación más alta de América.
“Nosotros no vamos a colocar el precio internacional porque tampoco es la idea, pero sí un precio que sea razonable”, dijo Ramírez desde el estado occidental de Zulia, durante un acto por el centenario del descubrimiento del primer pozo productor petrolero en el país.
“Se tiene que dar un discusión (sobre el aumento). Es más barato llenar un tanque (de combustible) que comprar un cigarro”, agregó el también presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Llenar el tanque de un vehículo pequeño con gasolina de 91 octanos cuesta en Venezuela tan sólo 0,38 dólares, cuatro veces más barato que una botella mediana de agua.
El litro de gasolina de 95 octanos se vende a 0,097 bolívares (0,015 dólares) cuando en Uruguay, el país con el combustible más caro de Sudamérica, llega a 1,89 dólares. En Noruega, por ejemplo, el combustible es 169 veces más caro que en Venezuela, según datos del Banco Mundial.
“Somos el país con consumo de combustible per cápita más alto del mundo y tenemos el precio del combustible más barato del mundo también. No se justifica”, explicó Ramírez.
El aumento del combustible es un tema sensible en Venezuela, el país con las mayores reservas mundiales de crudo.
Actualmente, el costo de producir gasolina para PDVSA es 28 veces mayor que el precio de venta del combustible. Para el diésel, el diferencial llega a 50 veces.
A pesar de que la industria automotriz de Venezuela atraviesa una de sus peores crisis, su parque automotor es uno de los mayores en la región y la exportación de derivados de PDVSA está comprometida debido a que casi todos los vehículos usan gasolina.