Quito. Un tribunal de Quito anuló este viernes la regulación del gobierno de Ecuador de exigir pasaportes a los emigrantes de Venezuela que entran al país y dio un plazo de 45 días al Ministerio de Relaciones Exteriores para que presente un plan de contingencia humanitario frente a los problemas de la emigración.
La Unidad Judicial Tercera de la Familia ha dado un vuelco en los corazones de los miles de migrantes que golpean las puertas de Ecuador desde hace meses, y en particular de aquellos que ya habían salido de Venezuela sin pasaporte y estaban de camino o incluso en las terminales.
“Este es un triunfo histórico de la justicia y un triunfo histórico de los derechos humanos”, se congratuló el abogado Ernesto Pazmiño al aplaudir la decisión judicial en nombre de la Defensoría del Pueblo.
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Sin embargo, por el momento no está claro si la jueza ha anulado de forma definitiva la aplicación de la regulación, que entró en vigor el pasado sábado, o la ha condicionado al plan de contingencia que debe presentar el Ministerio de Exteriores en 45 días.
Pazmiño aseguró que no hay relación entre las dos cosas y que lo que la jueza solicitó es un “plan humanitario” que dé respuesta a los problemas que origina la masiva llegada de venezolanos, pero que en ningún caso el gobierno podrá volver a instaurar la restricción de los pasaportes.
- Ahora se les exigirá validación de cédula -Sin embargo, el ministro de Exteriores, José Valencia, que anunció inmediatamente nuevas medidas de control en frontera, consideró que la prohibición de exigir el pasaporte es únicamente 45 días.
La jueza Judith Naranjo “fundamentó su decisión en el artículo 1 de las Constitución”, que establece que “Ecuador es un Estado de derecho y justicia”, puntualizó Pazmiño al negar esa posibilidad.
Pazmiño insistió en que lo que ha hecho la jueza es “sumarse al pedido y al clamor de Ecuador, América y del mundo de que se dé una respuesta humanitaria al tema de la migración”, que es un “problema regional” de todos los países latinoamericanos y deberá ser tratado en una reunión a mitad de septiembre convocada por Quito.
La decisión fue tomada en una audiencia de solicitud de medidas cautelares por parte de la Defensoría del Pueblo contra la exigencia de pedir el pasaporte a los ciudadanos venezolanos, lo que había creado una gran incertidumbre entre los migrantes.
Sobre todo porque Perú, su principal destino, se sumó a la iniciativa y la piensa aplicar desde la próxima medianoche.
El viceministro de Movilidad Humana, Santiago Chávez, que estaba en la audiencia, se mostró “decepcionado” por el fallo pero dijo “respetar” la decisión del poder judicial.
Y justificó la decisión de imponer el pasaporte en que, lo que hace la Cancillería, es “todo lo que puede para mantener una migración controlada, segura y responsable para que los ciudadanos venezolanos puedan insertarse en el Ecuador de la manera correcta”.
Argumentos que respaldó Valencia al anunciar poco después que Ecuador exigirá a los ciudadanos venezolanos que quieran ingresar al país que validen antes sus cédulas de identidad
Deberán hacerlo “con la presentación de un certificado de validez de la cédula de identidad, emitido por un organismo regional o internacional reconocido por el gobierno de Ecuador; o con la presentación de un certificado de validez de la cédula de identidad emitido por las entidades autorizadas al efecto por el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, debidamente apostillado”, según un comunicado del gobierno.
La decisión de la Corte había causado gran alegría entre los venezolanos que hoy se encontraban en el paso fronterizo de Tulcán, donde los que no tenían el pasaporte veían su ingreso bloqueado.
Efe constató que poco después de conocerse la decisión, decenas de venezolanos sin ese documento salieron corriendo hacia la fila para recibir la carta andina de Colombia, el documento exigido hasta ahora.
“Una emoción grande, de verdad que no nos esperábamos eso. Es una ayuda muy humanitaria. Venezuela está que no se puede. Salimos con la intención de ayudar a nuestra familia, a los niños que se mueren porque no hay medicinas”, dijo a Efe Nazareth Márquez, de Caracas, en la terminal fronteriza.
Entre otros emigrantes se distinguían lágrimas en los ojos y una gran emoción, mientras muchos, sin creérselo aún, trataban de llamar a sus familiares para avisarles de que ya los dejarían pasar.
La validación de la cédula no obstante supondrá un nuevo obstáculo para aquellos que ya han salido de Venezuela.
Fuente: EFE