Caracas (El Nacional de Venezuela / GDA). Ely Alfonso, estudiante de Tecnología Eléctrica de la Universidad Simón Bolívar, recibe 1.000 bolívares (US$158 al cambio oficial) al mes como ayuda económica del Estado. Con ello debe costear el traslado desde su universidad hasta su hogar (a 57 km. de distancia), copias, guías de estudio, libros y otros materiales necesarios.
La precariedad de los servicios estudiantiles no le permite emplear el dinero en otros gastos. Desde 2007 solo funciona un transporte universitario que cubre la ruta de Guarenas (ciudad en la que vive) a la Universidad Simón Bolivar. Más de 150 estudiantes de la Simón Bolívar viven en esos sectores, pero la unidad solo tiene capacidad para 50 puestos. Si Alfonso no logra estar en la parada antes de las 5:00 am debe tomar un autobús regular, cuyo pasaje cuesta entre 20 y 30 bolívares (US$3). Eso equivale a gastar, por lo menos, 1.300 bolívares (US$206)al mes para movilizarse, más del monto de la beca.
Otro joven, Osberth Gamero, trabaja como cajero en Farmatodo los fines de semana para sobrevivir como estudiante de Ingeniería en la UCV. Cada semana invierte alrededor de 500 bolívares (US$79) en pasajes de transporte, desayunos y materiales de estudio.
INSUFICIENCIA Frente a una inflación de 59% este año, el aumento de 50% en el monto de la beca, anunciado el viernes por el presidente Nicolás Maduro, tampoco representa mayor diferencia para Alfonso ni Gamero.
A partir de junio, la beca regular de la Oficina de Planificación del Sector Universitario(Opsu) quedará en 1.500 bolívares (US$238) , para quienes reciben beca trabajo serán 1.800 bolívares (US$285) y para quienes dan preparaduría estudiantil (sesiones de clases simultáneas con las dictadas en los semestres regulares y paralelos) 2.250 bolívares (US$357).
El nuevo monto de la beca básica equivale a 40% del valor de la canasta alimentaria básica, que se ubicó en febrero en 3.730,48 bolívares (US$592), según el más reciente informe del Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (INE).