En su enésimo esfuerzo de última hora para recabar apoyos parlamentarios para su acuerdo de divorcio con la Unión Europea, la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, se centraba en convencer al Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte (DUP, por sus siglas en inglés).
Los 10 legisladores de la formación son vitales en los esfuerzos de la dirigente por revertir dos aplastantes derrotas en la Cámara de los Comunes, porque su apoyo podría influir a los miembros más conservadores de partido de May.
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La oposición se ha centrado en la llamada salvaguarda, una disposición que asegura que no se establecerá una frontera dura entre el territorio británico de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, socio comunitario.
May sufrió un nuevo revés el lunes, cuando el exsecretario de Exteriores, Boris Johnson, se negó a apoyar el pacto de salida negociado con la Unión Europea.
En su columna en el periódico Daily Telegraph, Johnson dijo que se necesitan más cambios en la salvaguarda, afirmando que deja a Gran Bretaña vulnerable a “infinitos medios de chantaje” de Bruselas.Agencia AP