Jerusalén. Con su largo cabello rubio rizado y sus ojos claros, la adolescente Ahed Tamimi, detenida desde que abofeteó a soldados israelíes, se convirtió para los palestinos en un ícono de la lucha contra la ocupación israelí.
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En un video grabado con un teléfono celular el 15 de diciembre, que se hizo viral en las redes sociales, se ve a Ahed de 16 años acercarse junto a su prima Nor Nayi Tamimi, de 21 años, a dos soldados apoyados contra una tapia, en el patio de su casa según su familia, a los que empuja, da patadas y bofetadas.
El incidente se produjo en la localidad de Nabi Saleh, en Cisjordania, territorio palestino ocupado desde hace 50 años por Israel, en plena ola de manifestaciones contra la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de reconocer unilateralmente a Jerusalén como capital de Israel.
Los soldados, fuertemente armados, no responden ante lo que parece ser más un intento de provocarlos que de hacerles daño. Después se retiran. Ahed, su prima y su madre, que aparece también en el video, fueron después detenidas.
El jueves, un tribunal militar israelí de Cisjordania prolongó nuevamente la detención provisoria de la adolescente que permanecerá, al igual que su madre, detenida hasta el lunes. Su prima, en principio, deberá ser puesta en libertad el domingo.
Ya en el 2012, la joven se distinguió cuando agitó sus puños frente a la cara de los soldados israelíes, imágenes que dieron la vuelta al mundo y que hizo que fuera recibida por Recep Tayyip Erdogan, entonces primer ministro turco.
Tres años después, en el verano de 2015, apareció una vez más en imágenes impactantes entre varias mujeres que intentaban que un soldado soltara a un niño con el brazo escayolado al que aplastaba contra el suelo. El niño era el hermano pequeño de Ahed Tamimi.
La policía israelí detuvo a Ahed el 19 de diciembre por el incidente del día 15. Pero también por hechos anteriores de los que es sospechosa, como lanzamientos de piedras y agresiones a soldados, según el juez que aprobó su detención provisoria.
Nacida en 2001 en el Nabi Saleh, la adolescente creció en un ambiente de resistencia. Sus padres que tienen una casa y un terreno en la localidad están al frente de la protesta contra la ocupación israelí en el pueblo.
Su padre Basem, que suele encabezar manifestaciones contra los colonos israelíes, estuvo detenido varios años por Israel.
Basem cuenta que los relatos de las incursiones y de los arrestos de las fuerzas israelíes marcaron a su hija, y afirma que la familia cuenta con varios “mártires”.
“No puedo pensar en mi futuro porque la ocupación me lo impide”, indicaba la adolescente, que soñaba con ser futbolista, en un video publicado en febrero del 2017.
“Para resistir, no solo somos activos a través de las manifestaciones, sino que resistimos también a través de los medios”, añadió.
Escolarizada en un liceo de Ramala, sede de la Autoridad Palestina en Cisjordania, la joven contaba que más tarde le gustaría estudiar derecho “para poder defender a su familia y a su pueblo”.
Decepcionados por la falta de perspectiva de un acuerdo de paz con Israel y desesperados por la decisión de Donald Trump sobre Jerusalén, los palestinos ven en Ahed una nueva heroína de su lucha.Recientemente, refugiados palestinos en Líbano alzaron carteles con su retrato en Beirut para pedir su liberación.“Ella vale mil hombres”, comentan algunos internautas que alaban su “valentía frente a 'miserables' que juzgan a niños porque son incapaces de enfrentarse a los adultos”.El presidente palestino Mahmud Abbas llamó al padre de Ahed y celebró el compromiso de la familia Tamimi en la lucha contra la ocupación, según la agencia Wafa.El ex embajador israelí en Estados Unidos y diputado en la Knesset -el parlamento israelí-, Michael Oren, criticó sin embargo a la familia Tamimi “que recluta a niños para provocar a los soldados delante de las cámaras”.
Los medios israelíes, por su parte, la describen como una “provocadora que sabe cómo publicitar sus actos”, cuando por una vez en el conflicto israelo-palestino son las imágenes de los soldados en una actitud pasiva las que dan que hablar, y no las de un uso excesivo de la fuerza a menudo criticado.Fuente: AFP