Esta semana apareció un video en Internet asociado a una cuenta del Estado Islámico en el que un joven proclama la destrucción de las fronteras entre Iraq y Siria. El presentador se identificaba como Abu Safiyya, de Chile. Luego se supo que se trataba de Bastián Alexis Vásquez, un joven de 25 años chileno-noruego hijo de padres inmigrantes chilenos. Lo que no quedaba claro es cómo llegó hasta allí.
Hoy, la web chilena Emol publicó una amplia nota sobre la vida de este joven que ya había hecho noticia en el 2012 cuando lo arrestaron en Skien, una ciudad a 245 kilómetros al sur de la capital noruega Oslo por producir un video en el que amenazaba a la familia real de ese país.
Según el portal sureño, los padres de Bastián, Mario Vásquez y Luz del Rosario Núñez dejaron Chile en la década del 70 en busca de mejores oportunidades en Europa. “La familia, que se trasladó a un país que cuenta con una gran población de inmigrantes influenciados por el islam, nunca imaginó que hace 5 años, aproximadamente, su hijo nacido en 1989 no sólo se interesaría en profesar esa religión, sino que además dejaría todo por unirse a las organizaciones combativas de Medio Oriente”, añaden.
Sus padres aseguran que el chico que andaba por Skien escuchando hip hop y que había formado su propio grupo musical, cambió cuando conoció a Mohyeldeen Mohammad, un noruego islamista de descendencia iraquí que se hizo famoso a través de los medios por amenazar con realizar un ataque de proporciones en su país. Fue ahí cuando Bastián empezó a llamarse Abu Safiyya y también se dejó barba y pelo largo. “Él se convirtió en musulmán cuando comenzó a conocer las injusticias que se cometían en contra de los civiles en Afganistán e Irak”, relató el abogado a Emol. Tras su amenaza a la familia real noruega, Bastián fue liberado y lo primero que hizo fue tomar un avión rumbo a Medio Oriente. Sin embargo, en Oslo aún tiene un juicio pendiente por ese caso y también por delitos de “terrorismo, antidemocracia y violencia”.
Actualmente, el paradero exacto de Bastián es desconocido. Ni su abogado sabe dónde está y sus padres se encuentran totalmente distanciados de él por su militancia terrorista. De hecho, la última vez que lo vieron fue en el video del Estado Islámico. En esa grabación, Bastián calificó de “cobardes” a los soldados que han dejado sus uniformes para “parecer civiles”, llama “idiotas” a prisioneros y termina con una declaración de muerte: “No hay lugar en la Tierra en que estos edificios estén seguros de los muyajedines (...). Vamos a destruir las fronteras de Irak, Jordania y Líbano. Esta es la primera frontera de muchas que caerán (...). Estamos por encima de todas las banderas, somos musulmanes, solo existe una sola nación”.