Al menos 29 personas murieron hoy durante los enfrentamientos y protestas contra el Gobierno Egipcio, al tiempo que miles marcharon a favor de las autoridades respaldadas por las fuerzas armadas, poniendo de relieve las volátiles fisuras políticas del país tres años después de la caída del presidente Hosni Mubarak.
Según el Ministerio egipcio de Sanidad, 29 perecieron y otras 167 personas resultaron heridas en los choques que estallaron en distintas partes del país. Los fallecimientos se registraron en las provincias de El Cairo, Giza (vecina a la capital), Alejandría (norte) y Minia (sur).
En la capital, agentes antidisturbios dispersaron por la fuerza a los seguidores del ex presidente Mohamed Mursi, depuesto en julio pasado por el Ejército. En los últimos meses, las autoridades han perseguido a los líderes y miembros de los Hermanos Musulmanes, acusados por el gobierno de incitar a la violencia.
La policía también lanzó gases lacrimógenos contra los activistas que intentaron acercarse a la céntrica plaza Tahrir y que habían sido convocados por el Frente de la Vía de la Revolución. Este frente está integrado por grupos revolucionarios como el 6 de Abril, instigador de la revuelta contra Mubarak y que tiene a sus principales líderes encarcelados y acusados de protestar ilegalmente y crear disturbios.
Frente a las protestas de los islamistas, contrarios a la deriva que ha tomado Egipto bajo el mando del Ejército, miles de simpatizantes de los militares tomaron la plaza Tahrir.En el emblemático centro de la revolución del 25 de enero, que en el 2011 derrocó a Mubarak en 18 días, los manifestantes ondearon banderas nacionales y corearon canciones patrióticas.
Otro atentado
Mientras la policía intentaba calmar la agitación en las calles de El Cairo, un coche-bomba estalló cerca de una estación policial en la ciudad egipcia de Suez, dijeron fuentes de seguridad.
La explosión, que fue seguida por un feroz tiroteo, sugirió que las autoridades podrían estar enfrascadas en una batalla a largo plazo con los insurgentes islamistas que están ganando impulso.