Los cadáveres de 16 palestinos muertos como consecuencia de un ataque aéreo israelí fueron encontrados este lunes de mañana bajo los escombros de una casa destruida cerca de Jan Yunes, en el sur de la franja de Gaza, lo que eleva a 501 el número de fallecidos desde el 8 de julio, informaron los servicios de auxilio a la agencia AFP.
En el ataque lanzado el domingo de noche contra esta casa ya se habían contabilizado 9 muertos, entre ellos siete niños.
Unos 130 palestinos murieron en un interminable bombardeo del ejército israelí sobre todo al este de Gaza este domingo, la jornada más sangrienta del conflicto, en la que además las tropas hebreas registraron 13 bajas a manos de Hamas.
El ejército israelí lanzó el domingo uno de los bombardeos más mortíferos desde el principio del conflicto y desde la guerra de 2008-2009 en el enclave palestino, contra Shahaiya, una localidad ubicada entre Gaza y la frontera con Israel.
De los aproximadamente 130 muertos esta jornada en la Franja de Gaza, 72 cayeron en Shahaiya, y se calcula que los heridos podrían alcanzar a unos 4.000.
Una periodista de la AFP describió escenas sangrientas y caóticas, con cadáveres despedazados en medio de las calles.
“Shahaiya es una zona civil donde Hamas ha desplegado sus lanzacohetes, construye sus túneles y tiene sus centros de mando (...) Advertimos a los civiles que evacuaran el lugar, pero Hamas les ordenó quedarse...”, se justificó el ejército isarelí.
Esta “masacre” de Shahaiya fue denunciada por dirigentes palestinos y de la Liga Árabe como un “crimen de guerra”.
Israel anunció que 13 de sus soldados, de la brigada Golani, perecieron en las últimas 24 horas en combates en Gaza, subiendo el balance de militares israelíes muertos a 18.