Bagdad (EFE)
Al menos 1.737 iraquíes murieron y otros 1.978 resultaron heridos por actos de violencia y terrorismo en julio pasado en Iraq, informó la misión de la ONU en ese país (UNAMI).
En un comunicado, la organización explicó que, de los fallecidos, la gran mayoría (1.186) eran civiles, al igual que entre los heridos, donde su número ascendió a 1.511.
Mientras, 551 miembros de las fuerzas de seguridad, entre los que se incluyen los de los cuerpos de élite y las tropas kurdas, perdieron la vida y 467 fueron heridos.
“Me preocupa el aumento de las muertes en Iraq, en particular las de civiles. Niños y mujeres son los más vulnerables. Todas las partes deben garantizar que los civiles son protegidos y que se respeta el derecho internacional humanitario”, señaló el representante especial de la ONU para Irak, Nickolay Mladenov.
Pese a los enfrentamientos armados y atentados, aseguró, “los políticos han demostrado que pueden trabajar juntos” tras haber elegido recientemente a un nuevo presidente del país, Fuad Masum, y a un nuevo jefe del Parlamento, Selim al Yaburi.
“Es hora de que avancen para crear un nuevo gobierno que pueda abordar las causas de la violencia en Iraq y garantice un desarrollo equitativo de todas las comunidades”, afirmó Mladenov.
Por zonas, Bagdad fue la provincia donde más civiles murieron en julio (415 muertos y 620 heridos), seguida de la de Saladino, al norte de la capital (305 muertos y 289 heridos), y la septentrional de Nínive (209 muertos y 270 heridos).
La UNAMI no incluyó en esas cifras las víctimas por la operación lanzada por las fuerzas gubernamentales desde enero pasado en la provincia occidental de Al Anbar, donde solo en la ciudad de Faluya fallecieron 132 personas en julio.
En el resto del país, se registraron al menos 400 incidentes, entre ellos 62 bombardeos, 30 atentados con coche bomba y 72 explosiones de artefactos explosivos.
La cifra de víctimas por la violencia en Iraq es inferior a la registrada en junio, cuando aumentó drásticamente con 2.417 muertos, y superior a la de mayo, cuando fueron contabilizados 800 fallecidos.
Desde junio pasado, el grupo extremista Estado Islámico (EI) y otros grupos insurgentes suníes han tomado importantes zonas de Iraq, como la ciudad de Mosul, y se han enfrentado a las fuerzas leales al Gobierno del chií Nuri al Maliki y a las tropas kurdas.