Beirut. Al menos 47 combatientes de una fuerza kurdo-árabe apoyada por la coalición antiyihadistas liderada por Estados Unidos murieron el viernes y el sábado en contraataques del grupo yihadista Estado Islámico en el este de Siria, según una ONG.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) lideran desde septiembre una ofensiva contra un último reducto del Estado Islámico en el este sirio, pero su avance es lento debido al mal tiempo, que también dificulta los ataques aéreos de la coalición internacional.
Los yihadistas resisten con fuerza en esta zona situada cerca de la frontera iraquí, y contraatacan a menudo para defender su pequeño territorio en este sector de la provincia de Deir Ezzor.
El viernes y el sábado atacaron varias posiciones de las FDS, matando a 47 combatientes, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
“El sábado al alba lanzaron tres asaltos distintos”, precisó a la AFP el director del Observatorio, Rami Abdel Rahman.
Los ataques se produjeron, según él, sobre los pueblos de Al Bahra, de Gharanij, y también sobre un sector cerca del campo petrolero de Al Tanak, activo pero usado también como posición militar por las FDS.
Solo el sábado, murieron 29 combatientes de las FDS, según Abdel Rahman.
En dos días de enfrentamientos murieron 39 yihadistas, añadió.
Un portavoz de las FDS, Mustefa Bali, confirmó en su cuenta de Twitter “una serie de ataques” del Estado Islámico, pero aseguró que los “terroristas” habían sufrido pérdidas y se retiraron.
Bali indicó que los combates, dirigidos por las Fuerzas Democráticas Sirias “con el apoyo de la aviación de la coalición internacional”, duraron todo el día.
A través de su canal de Telegram habitual, el grupo Estado Islámico publicó un comunicado en el que habló de combates cerca de los pueblos de Al Bahra y Gharanij.
- Ataques “muy limitados” -
Después de un fulgurante ascenso en 2014 y la conquista de vastos territorios en Siria y en Irak, el Estado Islámico fue eliminado por varias ofensivas lanzadas en estos dos países.
Las Fuerzas Democráticas Sirias se vieron obligadas a finales de octubre a retroceder y ceder todas las posiciones conquistadas anteriormente en el sector, después de que los yihadistas lanzaran mortíferos contraataques.
Poco después, los yihadistas anunciaron la suspensión temporal de su ofensiva, debido a los bombardeos dirigidos por su gran enemigo, Turquía, contra posiciones militares kurdas en el norte de Siria. Dos días después, en cambio, la operación se reanudó.
La coalición continúa sus ataques aéreos contra el reducto del Estado Islámico, que comprende las localidades de Hajin, Susa y Al Shafa, en la orilla oriental del río Éufrates.
Desde el viernes, al menos 17 civiles murieron, según el OSDH, en ofensivas de la coalición.
Contactado por la AFP, el coronel Sean Ryan, portavoz de la coalición, aseguró que no recibió informaciones sobre víctimas civiles, y habló de ataques de la coalición “muy limitados debido al tiempo”.
Desencadenado en 2011 con la represión del régimen de Bashar al Asad de manifestaciones pacíficas, el conflicto en Siria se volvió más complejo e implicó la participación de países extranjeros y grupos yihadistas.
Ha causado más de 360.000 muertos y millones de desplazados y refugiados.
En el norte del país, donde se encuentra el último gran bastión rebelde y yihadista, al menos nueve civiles, entre ellos siete niños, murieron el sábado en disparos de artillería del régimen en la provincia de Idlib, según un nuevo balance del OSDH.
La localidad atacada fue Jarjanaz, situada en la “zona desmilitarizada” fruto del acuerdo del 17 de septiembre entre Rusia, aliado del régimen, y Turquía, apoyo de los rebeldes, para separar los territorios insurgentes de Idlib de las regiones progubernamentales, en el noroeste sirio.
El acuerdo entró en vigor a mediados de octubre y permitió evitar una gran ofensiva del régimen de Asad y su aliado ruso. Pero algunas disposiciones no se respetaron y continúan los combates entre las fuerzas de Bashar al Asad y los rebeldes y yihadistas.
Fuente: AFP