Washington, EFE
Israel solicitó a Estados Unidos 225 millones de dólares adicionales a la ayuda ya presupuestada para mantener la capacidad del sistema anticohetes Cúpula de Hierro, que ha reducido significativamente la capacidad del grupo Hamas de golpearlo, informaron hoy fuentes oficiales.
El secretario de Defensa, Chuck Hagel, transmitió en una carta al Senado la petición israelí, que solicita un aumento del aporte estadounidense “para acelerar la producción de componentes del Iron Dome con el objetivo de mantener inventarios adecuados”.
Según dijo hoy el portavoz adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren, “el Departamento de Defensa apoya la petición de Israel”, especialmente a la luz de la efectividad mostrada por el sistema durante la operación Margen Protector.
El sistema Cúpula de Hierro ha neutralizado centenares de cohetes lanzados por el movimiento islamista palestino Hamas desde el inicio de la ofensiva contra la franja de Gaza, con un índice de dos víctimas mortales civiles en Israel por ese tipo de proyectiles.
Israel ha realizado un gran número de ataques aéreos contra las zonas desde la que se disparan los cohetes y ha ordenado la invasión por tierra de Gaza, lo que ha provocado más de 700 muertos palestinos.
En el Senado estadounidense, la legisladora demócrata Bárbara Mikulski, presidenta del comité de asignaciones presupuestarias, apoyo el aumento de la aportación estadounidense al Iron Dome en un comunicado.
El monto se sumaría a los 176 millones de dólares solicitados por el presidente de EE.UU, Barack Obama, para el presupuesto del 2015 y a los 175 millones añadidos posteriormente por el Congreso.
Si todas estas partidas son aprobadas finalmente por el Legislativo, Estados Unidos habrá aportado 1.000 millones a la Cúpula de Hierro en cinco años, mientras que Israel ha gastado 600 millones de dólares.
La mayor parte de estos fondos van a parar a contratistas de defensa israelíes, especialmente Rafael Advanced Defense Systems, pero el Pentágono firmó en marzo un acuerdo para aumentar la participación de empresas estadounidenses del 3 al 50 %.