Jerusalén (EFE). Organizaciones palestinas de defensa de los derechos humanos denunciaron hoy a la Policía israelí por la supuesta brutal paliza que aseguran agentes enmascarados propinaron el viernes a Tareq Jedeir, primo del menor asesinado esta semana al parecer por ultranacionalistas judíos.
Fotos del muchacho con el rostro hinchado y un video en el que se observa a un grupo de enmascarados dando patadas y golpeando a una persona han sido difundidos por la agencia de noticias local Maan y medios internacionales.
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En un comunicado colgado en su pagina web, la ONG palestina Adameer explica que Tareq, que tiene pasaporte de EE.UU., estudia en Tamapa y se encuentra en Jerusalén Este de vacaciones, “fue golpeado sobre las 20:00 (hora local, 17:00 del viernes) por agentes en el patio de la casa de su tío”.
“Fue arrestado sin cargos y llevado a la comisaría, donde estuvo retenido hasta la 1:20 de la madrugada, sin que fueran tratadas su heridas”, agregó.
De acuerdo con esta fuente, la familia no pudo visitar al chico hasta que fue ingresado en el hospital Hadassa de Jerusalén, y su detención ha sido extendida hasta el domingo, “cuando será llevado ante el tribunal de primera estancia de Jerusalén”.
Según un portavoz de la Policía israelí, Tareq es una de las seis personas que fueron detenidas el viernes tras los enfrentamientos entre jóvenes radicales palestinos y fuerzas antidisturbios que estallaron tras el entierro de su primo, Mohamad Abu Jedeir, víctima al parecer de ultranacionalistas judíos.
La Policía israelí asegura, además, que el video está editado y ha sido manipulado.
Los disturbios se han sucedido en el barrio de Suafat desde que Abu Jedeir desapareciera la noche del miércoles y su cadáver fuera hallado horas después calcinado en una zona boscosa de Jerusalén Este.
Según el resultado preliminar de la autopsia revelado hoy por el fiscal general palestino, Mohamad Abdel Ghani Uweili, el joven aún estaba vivo cuando fue quemado.
El adolescente, de 16 años, había sido forzado a entrar en un coche en Suafat horas después de que grupos ultranacionalistas judíos se manifestaran al grito de “muerte a los árabes” y trataran de atacar a empleados palestinos en el centro de Jerusalén.
Los manifestantes exigían venganza por el asesinato de tres jóvenes israelíes, dos de ellos menores, hallados muertos a tiros el pasado lunes cerca de la ciudad palestina de Hebrón, 19 días después de haber desaparecido.
En medio de esta ola de ataques racistas, el presiente israelí, Simón Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, pidieron a la población de su país que se abstenga de provocar y no se tome la justicia por su mano.