Estambul. Amigos y compañeros de profesión del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado el mes pasado en el consulado de Arabia Saudita en Turquía, celebraron hoy en una céntrica mezquita de Estambul en su honor un funeral simbólico y sin ataúd.
“Sabemos que a Khashoggi lo mataron y lo descuartizaron en el consulado (saudí) para hacer desaparecer su cuerpo”, dijo ante los asistentes Yasin Aktay, un alto cargo del gobernante partido turco AKP.
“Solo pedimos justicia. Pedimos saber qué pasó exactamente”, exclamó el dirigente del partido islamista turco sobre lo sucedido el pasado 2 de octubre.
El periodista, de 59 años de edad, acudió al consulado de su país en Estambul para gestionar un trámite burocrático para poder casarse con su comprometida turca, pero no volvió a salir de la legación.
Aktay forma parte de la llamada asociación “Amigos de Khashoggi”, que ha convocado este solemne acto y a la que pertenecen también políticos y disidentes de varios países árabes.
Similares funerales simbólicos ya se han celebrado en las pasadas semanas en varias ciudades de Europa, América y Oriente Medio, como Londres, La Meca, Medina, Túnez, París y Washington.
“Pedimos justicia no sólo para Khashoggi, sino también para las miles de personas a las que persiguen y matan cada día en Arabia Saudita, Egipto, Libia, Yemen...”, dijo Amr Darrag, exministro egipcio vinculado a los Hermanos Musulmanes, un movimiento cercano al AKP.
Todos los intervinientes calificaron hoy a Khashoggi, quien escribía como columnista para el diario “The Washington Post”, como “mártir”, un apelativo que en la cultura musulmana se usa para quienes mueren durante el servicio a una causa.
“Sigue abierta la pregunta de por qué lo mataron. Y exigimos saber quién es el asesino y quién fue el instigador”, señaló Aktay.
Varios de los asistentes al acto portaron hoy carteles en los que se veía un retrato de Khashoggi junto a otro del príncipe heredero saudí Mohamed bin Salman, el hombre fuerte del país al que muchos señalan como el autor intelectual de este asesinato.
La Fiscalía de Arabia Saudita negó ayer cualquier implicación del príncipe en el asesinato del periodista, aunque pidió la pena de muerte para cinco de los 18 supuestos implicados.
Fuente: EFE