Jerusalén. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, logró el miércoles un acuerdo para formar un nuevo gobierno justo antes de que expirara el plazo, pero su coalición tendrá una mayoría muy ajustada en el Parlamento.
“Israel ahora tiene un gobierno”, dijo Naftali Bennett, jefe del partido de extrema derecha Hogar Judío, tras horas de negociación con los diputados del partido Likud de Netanyahu sobre los cargos en el gabinete, que no fueron anunciados inmediatamente.
Netanyahu trató de armar una coalición durante casi dos meses tras obtener un cómodo triunfo electoral.
Apenas dos horas antes de la medianoche, el plazo establecido por la ley, el partido derechista Likud selló un acuerdo con los ultranacionalistas de Hogar Judío, que promueve la anexión de partes del territorio ocupado en el que los palestinos desean crear su Estado.
Netanyahu envió un aviso formal al presidente Reuven Rivlin, diciéndole: “Estoy honrado de informarle que he tenido éxito en la formación de un gobierno, que me gustaría presentar ante el Parlamento lo antes posible”.
Con los partidos Hogar Judío, el ultraortodoxo Judaísmo Unificado de la Torá, la Asociación Internacional de los Sefardíes Observantes de la Torá y Kulanu, un conglomerado de centro, el Gobierno liderado por el Likud controlará 61 de los 120 escaños del Parlamento.
Una mayoría tan ajustada volverá a Netanyahu vulnerable a demandas de política, incluso de los socios más pequeños de la coalición, extendiendo una larga tradición de inestabilidad en la política israelí.
Hogar Judío seguramente buscará la ampliación de los asentamientos en territorio ocupado, una política que podría profundizar las divisiones entre Israel y su principal aliado, Estados Unidos, así como con la Unión Europea.
Bennett ha pedido la anexión de partes de Cisjordania. Eso va más allá de la promesa de Netanyahu de seguir construyendo asentamientos solo en las áreas que Israel pretende conservar en cualquier futuro acuerdo de paz con los palestinos.