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Jerusalén. Al menos tres soldados israelíes resultaron heridos hoy, uno de ellos de gravedad, en un presunto intento de atropello deliberado cerca de la colonia de Gush Etzion, en la Cisjordania ocupada, y que podría ser el segundo atentado perpetrado este miércoles y el tercero en dos semanas.
Según un comunicado del Ejército, un vehículo de transporte que al parecer tenía matrículas palestinas presuntamente trató de arrollar a los tres soldados israelíes en la carretera 60, cerca de una población conocido como Al Arroub, antes de darse a la fuga. Medios israelíes difundieron un video del hecho captado por una cámara de seguridad.
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El Ejército ha levantado puestos de control e iniciado un operativo en busca del sospechoso en la zona de Gush Etzion, un bloque de colonias situado entre las localidades palestinas de Belén y Hebrón.
Este mediodía, un kamikaze palestino mató a un guardia de fronteras israelí y causó heridas de diversa consideración a otros tres más al intentar arrollarlos cerca de una estación de tranvía en la autovía que divide Jerusalén Este de jerusalén Oeste.
Según explicaron a Efe testigos, el atacante, de 47 años y vecino del campo de refugiados de Suafat (Jerusalén Este), siguió después conduciendo e hirió a otras diez personas antes de ser muerto a tiros por la Policía israelí.
Antes de ser tiroteado, se había bajado del vehículo, una furgoneta blanca, y había trato de agredir a los viandantes con una barra de hierro, explicó a EFE otro de los testigos.
En un ataque similar, dos personas -una bebé judía de tres meses y una ciudadana ecuatoriana que pretendía convertirse al judaísmo- perdieron la vida el pasado 22 de octubre atropelladas por un kamikaze palestino que trató de arrollar a los viajeros que esperaban en una estación del tranvía vecina a la de hoy.
La acción fue aplaudida por el movimiento islamista Hamas y el resto de facciones palestinas, aunque el grupo no reivindicó formalmente la autoría del ataque.
Los barrios árabes de Jerusalén son testigos de una creciente tensión desde que a principios de julio ultranacionalistas judíos quemaran hasta la muerte a un menor palestino en venganza por el asesinato tres semanas antes de tres estudiantes israelíes a manos de ex convictos de Hamás en Cisjordania ocupada.