Sana. En momentos en que se espera una autorización para enviar suministros médicos urgentes a Yemen, trabajadores humanitarios advirtieron de la crisis que afecta al país, donde han muerto 560 personas desde mediados de marzo.
La mayor parte han perdido la vida en una ofensiva aérea encabezada por Arabia Saudí y en los enfrentamientos entre los rebeldes chiítas y las fuerzas leales al presidente.
Más de 1.700 personas han resultado heridas y otras 100.000 han escapado de sus hogares ante el aumento de los enfrentamientos en las últimas tres semanas, informó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El envío de la Cruz Roja sería el primero en arribar a Yemen desde que comenzó el bloqueo aéreo impuesto por Arabia Saudí. Sitara Jabin, una vocera del Comité Internacional de la Cruz Roja que trabaja desde Ginebra, dijo que un avión de carga con 17 toneladas de suministros médicos está en la capital jordana, Amán, a la espera de recibir autorización de las fuerzas de la coalición para aterrizar en Saná, lo cual sería el miércoles. Otras 35 toneladas de suministros esperan a ser enviadas, agregó.
“Si estos suministros médicos no llegan a Yemen, tememos que desafortunadamente morirá mucha gente más”, dijo Jabeen.
Agregó que un equipo quirúrgico espera a obtener autorización para arribar al puerto yemení de Adén, donde los intensos combates del lunes dejaron las calles llenas de cadáveres.
En los choques se enfrentan los aliados del presidente yemení, Abed Rabo Mansur Hadi, contra los rebeldes chiítas apoyados por Irán, conocidos como hutíes, y las unidades militares aliadas leales al depuesto presidente Alí Abdalá Saleh.
La campaña aérea encabezada por los saudíes, que apoyan a Hadi, está ahora en su décimo tercer día y no ha conseguido impedir que los hutíes avancen en Adén, la segunda mayor ciudad de Yemen, que Hadi declaró capital provisional antes de escapar a Arabia Saudí cuando los rebeldes lo cercaron hace dos semanas.
La OMS dijo el martes que al menos 560 personas han muerto y 1.768 han resultado heridas, la mayoría civiles, desde que los rebeldes y sus aliados emprendieron una ofensiva intensificada para reclamar territorio el 19 de marzo. De ellos, al menos 293 fallecieron desde el 26 de marzo, cuando los saudíes iniciaron su campaña aérea para apoyar a Hadi.
La cifra de fallecimientos incluye al menos a 74 niños que han perecido desde que comenzaron los ataques aéreos, indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés). Cuando menos 44 niños han resultado heridos.
Las cifras de muertes son difíciles de obtener y verificar porque la violencia continúa, y las agencias humanitarias advirtieron que posiblemente la cifra total sea mucho mayor.
La campaña saudí ha convertido a Yemen en un nuevo campo de la batalla entre el reino e Irán, que apoya a los hutíes, aunque Teherán niega estar ayudando a los rebeldes militarmente.
Los civiles han pagado el alto costo de la violencia, que pasó de ser una lucha interna por el poder a una guerra regional.
Aviones de la coalición encabezada por Arabia Saudí bombardearon el martes una instalación militar en el sur de Yemen mientras tribus locales que combatían a los rebeldes chiítas y sus aliados en la zona capturaron un campamento improvisado y armas, dijeron funcionarios yemeníes.
Un voluntario médico en la provincia sureña de Ibb dijo que el ataque aéreo al campamento de la Guardia Republicana dejó al menos 25 heridos.