Washington. Por segunda vez en menos de seis meses, un Boeing 737 MAX 8 se estrelló minutos después del despegue terminando con la vida de todos los pasajeros que iban a bordo, lo que genera nuevos cuestionamientos sobre la seguridad de un modelo que es crucial para los planes futuros del gigante aeronáutico estadounidense.
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El domingo, fallecieron 157 pasajeros y miembros de la tripulación de un 737 MAX operado por Ethiopian Airlines. Fue el mismo modelo que se estrelló en Indonesia en octubre, cobrándose la vida de las 189 personas que llevaba a bordo.
Solo los datos de vuelo y la conversación de la cabina de mando que están en las dos cajas negras de la aeronave podrían proporcionar evidencia tangible de lo que pudo haber causado el último accidente: problemas técnicos, error del piloto o una combinación de factores.
“El piloto mencionó que tenía dificultades y que quería regresar. Se le dio permiso para dar la vuelta”, dijo el director ejecutivo de Ethiopian Airlines, Tewolde GebreMariam, a periodistas en Adís Abeba.
Las condiciones climáticas en la capital de Etiopía eran buenas en el momento del vuelo.
- ¿Coincidencia? -Mientras el experto de Teal Group, Richard Aboulafia, asegura que es “demasiado pronto para hacer algún tipo de comentario significativo”, otro analista destacó las similitudes entre los dos incidentes.
“Es el mismo avión. Al igual que Lion Air, el accidente (de Ethiopia Airlines) ocurrió poco después del despegue y los pilotos señalaron que estaban experimentando problemas, luego el avión se estrelló. Las similitudes son claras”, agregó el experto aeroespacial, que pidió no ser identificado, para poder hablar libremente sobre el tema.
Pero el experto en aviación Michel Merluzeau señaló que “estas son las únicas similitudes, y la comparación se detiene allí ya que no tenemos ninguna otra información confiable en este momento”.
Desde el accidente de Lion Air, el 737 MAX ha enfrentado un creciente escepticismo por parte de la comunidad aeroespacial. El programa ya había presentado problemas durante su desarrollo.
En mayo de 2017, Boeing detuvo las pruebas de vuelo de los 737 MAX debido a problemas de calidad con el motor producido por CFM International, una empresa de propiedad conjunta de Safran Aircraft Engines de Francia y GE Aviation.
El último accidente es un gran golpe para Boeing, cuyos aviones MAX son la última versión del 737, su aeronave más vendida de todos los tiempos con más de 10.000 aparatos producidos.
“MAX es una linea muy importante para Boeing en la próxima década. Representa el 64% de la producción de la compañía hasta 2032, y tiene márgenes operacionales significativos”, dijo Merluzeau.
Agregó que las próximas 24 horas serán “clave” para que Boeing maneje la crisis con los viajeros e inversionistas preocupados por la confiabilidad de su avión.
Boeing dijo que estaba “profundamente entristecido” por el accidente de Ethiopian Airlines, y agregó que un equipo técnico brindará asistencia a los investigadores.
El experto que solicitó el anonimato, dijo que Boeing probablemente enfrente una reacción negativa en los mercados, pero que el daño será limitado para el grupo, que mantiene un duopolio con Airbus.
El futuro del avión es tan importante para Boeing que, si se necesitan correcciones técnicas, las hará. Fuente: AFP