En un acto simbólico, pero de importante relieve, los miembros del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ) -elegidos por la Asamblea Nacional (AN)- asumieron sus funciones desde el exilio en una ceremonia en Washington, organizada en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero en la que curiosamente no asistieron los embajadores ni ningún cuerpo diplomático de los países miembros en señal de respaldo a esta iniciativa.
-
A la ceremonia de instalación solo asistió Luis Almagro, Secretario General de la OEA, 18 de los 33 miembros que fueron nombrados por la AN en julio pasado en Venezuela y que en su mayoría tuvieron que abandonar el país por graves amenazas, la diputada Sonia Medina en representación de la AN y un representante del Rey de España.Tras esa votación que dio vida a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), declarada ilegítima por un gran parte de la comunidad internacional, el presidente Nicolás Maduro ordenó el arresto de los 33 integrantes de este TSJ “paralelo”, por considerar que le habían usurpado el poder al tribunal que ya opera en el país. Dos de sus miembros renunciaron, uno de ellos (Ángel Zerpa) está detenido, mientras que el resto salió del país y se encuentran asilados en Colombia, Estados Unidos, Chile y Panamá.“Hoy la OEA, que es la casa de las Américas, está sirviendo de espacio para reconocer al único Tribunal Supremo legítimo de Venezuela”, dijo en el acto de instalación Antonio Marval, vicepresidente del TSJ.Según este, si bien el tribunal sesionará en el exterior, sus decisiones si tendrán consecuencias en Venezuela, pues serán reconocidas por organismos internacionales como la Interpol.De momento, indicó el magistrado, el grupo se encuentra buscando una sede permanente donde poder operar de manera regular.
Decenas de venezolanos llenaron el salón Simón Bolivar de la OEA con gritos de “justicia”, “justicia” tras entonar el himno del país. Tanto la AN como la exfiscal General de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, enviaron cartas de apoyo al TSJ que fueron leídas durante la ceremonia.“Esperamos que este cuerpo judicial tenga un desempeño decisivo para recuperar la libertad, la democracia y la justicia. Debemos articularnos para lograr los objetivos”, dijo Ortega desde Bogotá, donde se encuentra bajo protección del gobierno desde que tuvo que abandonar Venezuela hace algunos meses. Almagro, por su parte, ofreció su total respaldo al nuevo tribunal y volvió a recordar que el régimen de Maduro ha provocado un rompimiento del orden democrático y la alteración del orden constitucional.El Secretario, que fue aplaudido de pie por varios minutos, volvió a pedir más sanciones internacionales contra el gobierno de Maduro que, a su juicio, está totalmente deslegitimado por sus incontables abusos.“Hay que fortalecer el régimen de sanciones. Hacer hincapié en que cada vez sean más duras. Que además de las que impuso EE. UU. y Canadá se sumen los países latinoamericanos. Es un mecanismo indispensable para poner de rodillas al régimen”, sostuvo Almagro.El secretario también aplaudió el coraje de los magistrados por insistir en sus derechos como funcionarios legítimos. “La peor receta contra la dictadura -dijo Almagro- es la cobardía . Por eso hoy celebramos el coraje institucional y personal de estos magistrados”. Aunque el evento se llevó a cabo en la sede de la OEA y contó con la participación del excanciller uruguayo, la secretaria aclaró que el organismo solo facilitó el salón para el acto de posesión. De hecho, todas las banderas de la OEA y de sus países miembros, que por lo general adornan este mítico salón, fueron retiradas.Tampoco acudieron los embajadores acreditados a la organización, entre ellos el colombiano, Andrés González y las delegaciones tampoco enviaron a funcionarios de rango medio como observadores. Algunas de las delegaciones consultadas por EL TIEMPO dijeron haber recibido instrucciones de no asistir. Pero, en su defensa, añadieron que no habían sido invitadas formalmente al evento. Jorge Agobian, portavoz de los organizadores del evento afirmó que como no se trataba de un evento de la OEA como tal, los embajadores “no estaban convocados a la sesión”. Pero no pudo precisar si se les había enviado invitaciones a título personal o no. Fue extraño, de todas maneras, que en un evento con las implicaciones políticas y diplomáticas de este y donde se trataba de mostrar el apoyo internacional al TSJ no apareciera ningún miembro de las 34 delegaciones.Como se lo explicó un diplomático a este diario, se trata de un tema delicado y su temor es que avalar plenamente una ceremonia como la de este viernes genere un precedente a futuro.Fuente: El Tiempo, GDALO ÚLTIMO DE MUNDO...
-
Contenido Sugerido
Contenido GEC