Miles de venezolanos, entre ellos familias enteras, formaron largas colas para entrar al Perú por la frontera con Ecuador antes de que a las 00:00 horas de este sábado se cerrara el paso para los inmigrantes de Venezuela que no disponen de pasaporte.
A pesar de la gran afluencia de venezolanos en las horas previas a la entrada en vigencia de esta restricción, la normalidad y un optimismo mezclado de cansancio reinó en el puesto fronterizo de Tumbes, su principal puerta de entrada al Perú, adonde estos migrantes llegaron tras días de viaje y caminatas con las maletas a cuestas.
La mayoría llevaba consigo su respectivo pasaporte, por lo que esperaban con tranquilidad su turno para que le sellasen su documento de viaje, conscientes de que entrarían a Perú aunque fuese después de la medianoche.
Para muchos es la última frontera que cruzarán tras haber pasado ya Colombia y Ecuador, antes de intentar establecerse en Lima o en alguna otra de las principales ciudades del Perú como han hecho ya centenares de miles de sus conciudadanos, mientras que un número menor proseguirá su arduo camino hacia el sur, rumbo a Chile o Argentina.
En una de las concurridas colas estaba Luis Baltodano, quien explicó a Efe que se aventuró hoy a cruzar la frontera del Perú con su mujer y su hija para entrar de manera legal y evitarse problemas mayores.
“Queremos estar con los papeles al día presentándonos hoy, para poder estar tranquilos en el Perú y trabajar, que es lo que necesitamos”, dijo Baltodano, quien lleva viajando desde hace dos semanas desde la ciudad de San Cristóbal, capital del estado de Táchira.
Con tres horas de espera en la cola estaba Alirio Morales, oriundo de Maracay, capital del estado de Aragua, quien indicó a Efe que, a pesar de no haber entrado aún a Perú, se sentía tranquilo porque “se ve otra vida de allá para acá”.
“Para vivir allí, necesitamos de veinte a treinta sueldos mínimos para comprar comida para una semana, porque todo se fue por los cielos después del cambio de moneda que hubo. Lo que vengo a Perú es a trabajar, a echarle 'pichón'”, agregó.
Mientras seguían a la espera, muchos de ellos se enteraron de que la Justicia de Ecuador anuló la misma medida de exigir el pasaporte a los venezolanos que llegan a su territorio, restricción que en su caso estaba en vigor desde el pasado sábado.
En una audiencia de solicitud de medidas cautelares por parte de la Defensoría del Pueblo, la Unidad Judicial Tercera de la Familia de Quito dio un plazo de 45 días al Ministerio de Relaciones Exteriores para que presente un plan de contingencia si es que quiere seguir aplicando esa medida.
Esto no cambió los planes del Perú, que mantendrá la medida, aunque el superintendente de Migraciones, Eduardo Sevilla, aclaró al canal estatal TV Perú que habrá excepciones de carácter “humanitario” para niños, embarazadas o ancianos.
“A nadie se le podría ocurrir separar a un niño de una madre ni tampoco negarle el ingreso al territorio nacional a una gestante”, explicó Sevilla.
Apenas unas horas antes del cierre se espera que llegue a la frontera una caravana de varios autobuses con más venezolanos que ha atravesado todo el territorio de Ecuador, y se ignora si esas personas viajan debidamente documentadas.
Perú es el segundo país que alberga a más inmigrantes venezolanos, con alrededor de 400.000 residentes, de los que la mayoría llegó en el último año.
El 80% de ellos entró con pasaporte, mientras que el 20% lo hizo con la cédula de identidad, según los datos de Migraciones.
Para los que deciden quedarse en el Perú, el siguiente paso es conseguir el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), documento que les permite residir en el territorio peruano, y de los que ya se dispensaron unos 71.000, mientras que otros 100.000 están en trámite.
Alrededor de 2,3 millones de venezolanos han huido del país como consecuencia de la crisis, según la ONU, que alertó de la falta de alimentos y de medicinas que sufre la población.
Fuente: EFE