Caracas. “Juan Guaidó se puso al frente de la rebelión militar del 30-A y llamó al pueblo a que se le uniera en las calles. Firmó la amnistía de Leopoldo López y reconoció los diálogos con generales para resquebrajar la unidad militar y derrocar a Nicolás Maduro“, menciona el diario El Mundo de España.
“Un día después, Primero de Mayo, encabezó la protesta callejera y denunció sin ambages los cinco asesinatos y la represión salvaje de las fuerzas gubernamentales. (…) Pero más allá de las acusaciones y las amenazas, la realidad es que transcurrida casi una semana el líder opositor permanece en libertad en un país con las prisiones llenas de presos políticos: 775 hasta la víspera del 30-A más los 273 aprehendidos durante la semana pasada, indicó el Foro Penal”, agrega.
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Con este texto el diario El Mundo de España reseña los últimos acontecimientos en Venezuela en los que los otros protagonistas de la rebelión están refugiados en embajadas (Leopoldo López en la de España y 25 militares en la de Brasil) o protegidos en países vecinos, como Cristopher Figuera, director del Servicio Bolivariano de Inteligencia.
La pregunta del periódico español es por qué Juan Guaidó no ha sido apresado.
“Te muestran los dientes, pero no te muerden”
Uno de los colaboradores más estrechos de Guaidó resume para El Mundo la extraña paradoja que rodea la relativa libertad de movimientos del presidente encargado: “Parece intocable, protegido por un doble escudo: las amenazas directas de Estados Unidos contra Maduro, que pesan en la decisión bolivariana de no actuar contra el líder opositor (más allá de su inhabilitación política y de procesos judiciales que cumplen las órdenes del Palacio de Miraflores) y la debilidad manifiesta del 'hijo de Chávez”.
“Es el gran dilema que Maduro no ha podido resolver y un indicador de que Guaidó cuenta con el apoyo estadounidense, lo que disuade a Maduro”, profundiza Luis Salamanca, ex rector del Consejo Nacional Electoral.
“¿Por qué no arremeten contra los insurgentes como hicieron contra Óscar Pérez (ejecutado por fuerzas chavistas tras rendirse)? ¿Por qué no la brutal fuerza represora contra Guaidó? Saben que están pisando arenas movedizas y su principal preocupación es evitar la caída”, añade el politólogo Ramsés Siverio.
Agrega El Mundo que el propio Guaidó usa sin miedo el escudo protector que le rodea, una posible intervención militar de Estados Unidos, al menos de momento, y que la relativa libertad de movimientos del líder opositor es otro indicador de las dudas en el bando madurista.
“La libertad de Guaidó, por el contrario, conlleva un precio muy alto. El chavismo no le muerde a él, pero lanza zarpazos contra todos los que le rodean. El cerco revolucionario es asfixiante contra sus colaboradores y contra su propia familia. Los últimos golpeados son los diputados Gilber Caro y Edgar Zambrano, este, primer vicepresidente en la Asamblea Nacional”.
Recuerda además que Zambrano y Caro no son, ni mucho menos, los únicos perseguidos. “Los dos zarpazos previos del chavismo contra el entorno de Guaidó castigaron profundamente a su equipo de trabajo: su 'mano derecha' está en la cárcel y su 'mano izquierda' escapó del país en una fuga de película, un hecho desconocido por la opinión pública y que se maneja con mucha cautela entre los colaboradores del presidente encargado“.
Se refieren a Roberto Marrero, quien fungió como jefe de Despacho del presidente hasta su detención el 21 de marzo, y a Federico Pérez, amigo de la infancia que ejerció desde el primer momento como el jefe operativo del presidente interino. También a Juan Planchart, primo de Guaidó, arrestado y acusado de financiar a los opositores.
Con información de El Mundo de España