El gobierno de Estados Unidos está buscando fórmulas para detener el flujo de dinero que recibe el gobierno de Nicolás Maduro según anunció el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
El funcionario hizo el anuncio este jueves, un día después de que Maduro rompiera relaciones diplomáticas con Estados Unidos fijara un plazo de 72 horas para que el personal de su embajada en Caracas abandonara el país.
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Maduro tomó la decisión luego de que Washington anunció su reconocimiento al presidente de la opositora Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como “presidente encargado” de Venezuela.
Bolton reconoció que se trata de un tema “complicado” pero aseguró que están trabajando para canalizar ingresos hacia Guaidó.
Miembros del gobierno del presidente Donald Trump intentan incrementar la presión sobre Maduro, en un momento en el cual la comunidad internacional se mantiene dividida en torno al reconocimiento de su gobierno.
Rusia criticó que haya potencias extranjeras apoyando a Guaidó, señalando que eso va en contra de la legalidad y era “un camino directo hacia un baño de sangre” en el país.
El secretario de Estado estadounidense. Mike Pompeo, solicitó que el Consejo de Seguridad de la ONU se reúna el próximo sábado para discutir sobre el tema.
Durante una reunión de la Organización de Estados Americanos realizada este jueves, Pompeo dijo que el gobierno de Maduro estaba en la “quiebra moral” y era “antidemocrático”.
Trump ha dicho que “todas las opciones están sobre la mesa” en respuesta a la situación en Venezuela.
- Qué puede hacer Trump ahora -
Análisis de Natalie Sherman, Reportera de Negocios de la BBC
Estados Unidos ya ha impuesto un montón de sanciones durante los últimos dos años que afectan a funcionarios del gobierno de Maduro, restringen el acceso de Venezuela a los mercados de deuda estadounidenses y bloquean las operaciones con las personas implicadas en el comercio de oro venezolano.
Pero hasta ahora, el gobierno de Trump no ha tomado medidas que afecten directamente las importaciones de petróleo, que son una fuente clave de efectivo para Venezuela.
Una confrontación sobre el personal de la embajada de Estados Unidos en Caracas podría llevar a la Casa Blanca a dar ese paso.
Sin embargo, algunos analistas advierten que las sanciones petroleras probablemente tendría un efecto limitado sobre el régimen de Maduro, el cual podría redirigir sus cargamentos hacia países aliados como China y Rusia, al mismo tiempo que culparía a Washington de las privaciones que sufren los venezolanos.
Al mismo tiempo, la decisión tendría consecuencias sobre Estados Unidos, que en octubre del año pasado importó casi 20.000 barriles diarios de petróleo venezolano.
“Al final de cuentas, hay una relación mucho más simbiótica entre Venezuela y la Costa del Golfo”, señala Richard Nephew, investigador principal del Centro sobre Políticas Globales de Energía de la Universidad de Columbia, quien trabajó en las sanciones contra Irán durante el gobierno de Obama.
Nephew cree que los comentarios de Bolton sobre darle apoyo a la oposición indican que Estados Unidos puede estar trabajando de forma más seria en la preparación de un paquete de ayuda. Pero advirtió que “colocar el dinero en las manos de la oposición es mucho más complicado”.
- La raíz del conflicto -
El miércoles hubo grandes manifestaciones a favor y en contra de Maduro en Venezuela.
En una concentración en Caracas, Guaidó se juramentó como “presidente encargado”, invocando los artículos 233, 333 y 350 de la Constitución que establecen que, en caso de ausencia absoluta del jefe de Estado, corresponde al titular del Legislativo ocupar de forma temporal el Ejecutivo y convocar elecciones.
La Asamblea Nacional, controlada por la oposición y declarada en desacato por el Tribunal Supremo de Justicia, sostiene que el presidente Nicolás Maduro está usurpando el poder desde que el pasado 10 de enero se juramentó para un segundo mandato tras una elección, consideran, fruto de un proceso fraudulento.
Pocos minutos después de la juramentación de Guaidó, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que Trump lo reconocía como el legítimo jefe de Estado de Venezuela.
Una decena de países latinoamericanos también le extendieron su reconocimiento poco después, al igual que Canadá y Reino Unido.
El gobierno de Maduro, quien ha contado con el apoyo de los militares, describió las acciones de Guaidó como un intento de golpe de Estado.
Maduro consideró la postura de Estados Unidos como “una gran provocación” y rompió las relaciones diplomáticas.
Su gobierno ha sido respaldado por China y Rusia, dos países que tienen intereses estratégicos en la economía de Venezuela.
Otros países, como México y Turquía, han mantenido el reconocimiento a Maduro.
De acuerdo con la ONG Observatorio de Conflictividad Social, con sede en Caracas, al menos 26 personas han muerto en manifestaciones ocurridas esta semana.
- ¿A qué se deben las protestas? -
Maduro gobierna Venezuela desde 2013 y fue juramentado a inicios de esta mes para un segundo mandato.
Su reelección en mayo de 2018 estuvo marcada por un boicot de la oposición y por denuncias de fraude.
El mandatario ha enfrentado numerosas críticas procedentes de la comunidad internacional por temas de derechos humanos y por la mala situación de la economía.
Pese a poseer las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, la economía de Venezuela lleva varios años colapsada, mientras los ingresos petroleros han caído significativamente.
La hiperinflación endémica y la escasez de alimentos y medicinas han golpeado duramente a la población y han obligado a millones de venezolanos a emigrar.
Socios estratégicos como China y Rusia han hecho grandes inversiones en la economía del país, invirtiendo miles de millones de dólares en acuerdo comerciales y préstamos destinados a ayudar a la convaleciente economía venezolana.
Moscú tiene a Venezuela como uno de sus aliados más cercanos en la región y ha rechazado de forma tajante la posición de Estados Unidos sobre la juramentación de Guaidó.