En esta semana convulsa -una más- que ha vivido Venezuela, uno de los hechos saltantes, aunque no tan publicitado, ha sido el cambio en la dirección del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), la temida policía política del régimen de Nicolás Maduro.
El martes en la noche, horas después de que Leopoldo López evadiera su detención domiciliaria, fue defenestrado Manuel Cristopher Figuera, quien estuvo al frente de dicho organismo desde fines de octubre del año pasado. En su reemplazo fue nombrado Gustavo González López (GGL), quien ya conoce los tejes y manejes del Sebin, pues lo dirigió entre febrero del 2014 y octubre del 2018.
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El despido de GGL, en esta última fecha, ocurrió pocos días después de que apareciera muerto en El Helicoide (una de las sedes del Sebin en Caracas) Fernando Albán, concejal opositor que había sido apresado semanas atrás. Si bien el chavismo calificó el hecho de un suicidio, opositores y activistas de los derechos humanos aseguraron que fue un asesinato. Al final, la presión obligó al régimen a deshacerse de González López y nombrar a Figuera.
Apenas medio año después, GGL retoma el cargo luego de que el régimen de Maduro le bajara el pulgar a Figuera debido no solo a que el líder opositor Leopoldo López logró zafarse del arresto domiciliario (en presunta connivencia con funcionarios del Sebin) sino a la carta abierta que envió al mismo Maduro, en la cual le decía que siempre le había sido leal, pero también que ya no podía echarse la culpa de todos los males de Venezuela al imperialismo yanqui y que había “llegado la hora de buscar otras formas de hacer política en una patria que hoy está exangüe”.
-El ascenso de un tipo duro-¿Quién es Gustavo González López? En diálogo con El Comercio, el constitucionalista y activista de los DD.HH. venezolano José Vicente Haro nos suelta una frase contundente: “Si hay una persona que representa como nadie el rostro de la tortura y de los crímenes graves de lesa humanidad en los últimos 7 u 8 años en Venezuela, ese es Gustavo González López”.
Examinemos el pasado de este personaje. Egresado de la Academia Militar en 1982, GGL ingresó en el círculo chavista en el 2006 como director del Metro de Caracas y el Metro de Los Teques.Dos años antes de morir, el mismo Hugo Chávez lo nombró comandante de la 5ta División de Infantería de la Selva y, casi de inmediato, pasó a comandar la Milicia Bolivariana. Ello fue en el 2011.
Su llegada al Sebin se produjo a comienzos del 2014 en medio de las protestas antigubernamentales lideradas por Leopoldo López, cuya represión cobró la vida de más de 40 personas. Ya con fama de duro, GGL fue puesto al frente del organismo de inteligencia.
Al año siguiente, fue colocado en una lista de siete funcionarios venezolanos sancionados por el Gobierno Estadounidense por presuntos abusos contra los DD.HH. Con tal ‘galón’ encima, el régimen de Maduro lo nombró ministro de Interior, Justicia y Paz, cargo que ocupó durante casi año y medio (de marzo del 2015 a agosto del 2016) en simultáneo con su tarea en el Sebin.
También en el 2015 la Unión Europea y Canadá colocaron a GGL en una lista negra que lo señalaba por “haber contribuido con la ruptura del orden constitucional con las elecciones para conformar la Asamblea Nacional Constituyente”, que es el Parlamento creado a la medida del oficialismo por Maduro en desmedro de la legítima Asamblea Nacional.
-Misteriosa ausencia y repentina aparición-Ya está dicho que el motivo más poderoso para que GGL dejara el Sebin en octubre del año pasado fue el deceso de un concejal opositor en una de las sedes caraqueñas de dicho órgano. Este hecho vino a sumarse a otro incidente confuso, apenas días antes, en el que GGL supuestamente autorizó una operación policial en una autopista que habría puesto en riesgo la seguridad del mismísimo Maduro, que viajaba en uno de los autos involucrados en la intervención.
En enero del 2019, a dos meses de su salida del Sebin, un magistrado desertor del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ, controlado por el chavismo), Christian Zerpa, aseguró que GGL estaba desaparecido desde su salida del Sebin y urgió a Nicolás Maduro a que diera una señal de vida.
No hizo falta esperar mucho. Al día siguiente, GGL reapareció en público al lado nada menos que de Maduro, quien lo designaba Consejero de Seguridad e Inteligencia de la Presidencia de la República.
-Maduro a regañadientes-Diversos expertos y analistas concuerdan en que GGL no es un hombre del cogollo de Maduro sino, más bien, del grupo de Diosdado Cabello, el poderoso número dos del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y uno de los presidentes de la ANC que sostendría una soterrada pugna con el dictador del país.
Su nombramiento significaría, entonces, una victoria para Cabello y un retroceso en las estrategias que había viniendo puesto en marcha Maduro para enfrentar internamente al titular de la ANC y restarle poder.
“Esa perspectiva no está alejada de la realidad”, señala a El Comercio el politólogo y catedrático de la Universidad Central de Venezuela (UCV) Luis Salamanca. “GGL es una persona ligada a Cabello, que fue el máximo protagonista del oficialismo el 30 de abril (día del alzamiento), ya que Maduro estuvo ausente de la conducción por casi 15 horas, siendo Cabello quien dio la cara. Este movimiento y cambio en el Sebin puede significar algo más grueso a futuro”, agrega.
Haro coincide con este punto de vista: “Es Cabello el que está detrás de GGL. Cabello siempre lo ha citado como una de sus fichas clave en el aparato chavista para sus mecanismos sofisticados -y no tanto- de persecución política. GGL es, pues, un hombre del ala más radical de lo que representa la dictadura en Venezuela”.
En estas circunstancias, la bienvenida de Maduro a GGL del martes último –“Quiero saludar al nuevo director del Sebin, general en jefe Gustavo González López, siempre en combate, siempre en activo”- pareció, más bien, un guion escrito por otro.
-Acusado ante La Haya-Pero GGL no es solo mirado con la ceja levantada por EE.UU. y la UE sino que también está incluido en una lista de funcionarios venezolanos denunciados en la Corte Penal Internacional, que tiene su sede en La Haya, por la abogada y directora ejecutiva del Instituto Casla (ONG y plataforma para los estudios de América Latina), Tamara Suju.
Ella solicitó en junio del año pasado una investigación en contra del Estado venezolano por delitos contra la humanidad e incluyó a GGL entre los criminales acusados ante la justicia internacional.José Vicente Haro, que también es abogado de presos políticos, abunda en historias sobre el nuevo director del Sebin.
“Mi equipo y yo hemos sido víctimas de ataques directos por parte de González López. De hecho, tenemos una medida de protección cautelar por parte de la CIDH. Que haya sido nuevamente nombrado es una alarma bastante fuerte no solo para los presos políticos sino también para los disidentes, líderes estudiantiles, dirigentes opositores, defensores de los derechos humanos y periodistas”, remarca.
Si llamativa fue la salida de GGL del Sebin hace medio año, también lo es su retorno. Su vuelta se explica en el contexto de dificultades que hoy afronta Nicolás Maduro, que lo obliga a recurrir al ala más recalcitrante del chavismo, a su pesar y para beneficio de sus rivales internos.