Un comunicado firmado por Juan Guaidó, reconocido por medio centenar de países como el presidente encargado de Venezuela, daba noticias sobre el final del proceso de conversación que intentaron entablar con el régimen de Nicolás Maduro en Barbados, con la intermediación de Noruega.
“Maduro abandonó el proceso de negociación con excusas falaces: tras más de 40 días en los que se han negado a continuar en el mismo, confirmamos que el mecanismo de Barbados se agotó”, señalaba la misiva emitida por el equipo de Guaidó.
Sin embargo, esta está lejos de ser la primera vez que un intento de diálogo entre ambos bandos fracasa.
Solo con el régimen de Nicolás Maduro se han establecido cinco mesas de conversaciones (incluida la de Barbados), una cifra que aumenta hasta 9 en 20 años si tomamos en cuenta el gobierno de su mentor y predecesor Hugo Chávez, quien falleció en marzo del 2013.
- Freno a La Salida -
Menos de un año después de la muerte de Chávez, en enero del 2014, con Maduro ya en el poder, la oposición liderada por Leopoldo López emprendió una serie de manifestaciones que se extendieron por 27 días dejando un saldo total de 43 muertos y el arresto del líder opositor.
Antes de que acabara el mes de febrero, el chavismo convocó a lo que denominó la Conferencia Nacional por la Paz y la Vida, un evento al que invitó a dirigentes de lo oposición y el sector empresarial con la intención de firmar una declaratoria de no violencia.
La oferta provocó una división en la MUD (Mesa de la Unidad Democrática, coalición de partidos opositores en Venezuela), que finalmente anunció que no iría.
Sin embargo, la intención se reavivó a las pocas semanas, con la llegada de los cancilleres de Colombia, Ecuador y Brasil -todos miembros de Unasur- y el enviado del Vaticano, Aldo Giordan, como intermediarios.
Henrique Capriles encabezó la asistencia opositora al Palacio de Miraflores. Tras varias sesiones, en mayo se levantó el diálogo luego de que la MUD no designara representantes para la Comisión de la Verdad que buscaba instalar el chavismo y al que la oposición señalaba como un intento del Gobierno por quitarse responsabilidad en la represión cometida durante La Salida.
- En República Dominicana -
Dos años después, con la crisis profundizando en Venezuela, la oposición y el Gobierno se volvieron a reunir pero esta vez en República Dominicana.
El papa Francisco dedicó una oración durante el Domingo de Pascua para invitar al diálogo en el país petrolero. Un mes y medio después se conoció que el Sumo Pontífice incluso le escribió una carta a Maduro pidiendo que se concrete. A José Luis Rodríguez Zapatero, Leonel Fernández y Martín Torrijos se sumó un emisario del Vaticano para facilitar el acercamiento.
Pero en octubre, Maduro acusó a la MUD de imponer condiciones para un encuentro secreto que sostenían ambos bandos. Pese a la desconfianza que esto generó, se anunció que el 30 de octubre iniciaría formalmente el diálogo.
Tras dos sesiones plenarias, el anuncio de Maduro de que no habría una “salida electoral” a la crisis y el debate en el Parlamento de mayoría opositora para determinar la responsabilidad política del lider chavista en la crisis venezolana y entredichos con el Vaticano se decidió suspender el diálogo hasta enero del 2017.
Llegada la fecha pactada, el diálogo se declaró fracasado. Dos meses y medio después, el Tribunal Supremo de Justicia le quitaría los poderes a la Asamblea Nacional y se instauraría la Asamblea Constituyente.
- De regreso en República Dominicana -
El 13 de setiembre del 2017, representantes del chavismo y la oposición iniciaron una reunión de dos días en Santo Domingo. Al final de esta ronda se anunció que un grupo de “países amigos” conformado por México, Chile, Bolivia y Nicaragua se encargarían de guiar las conversaciones.
Los encuentros se extienden hasta enero del 2018. Sin embargo, se suspendieron abruptamente luego de que la oposición denunciara unas declaraciones hechas por el ministro del Interior, Néstor Reverol, que indicaban que miembros opositores habían brindado información sobre el paradero de Óscar Pérez, ex miembro de las policía venezolana que se reveló ante el gobierno de Maduro y terminó siendo abatido.
A esto, la oposición agregó que el chavismo no tenía intenciones de destrabar algunos temas en el diálogo y pedían que “propicien las condiciones mínimas para avanzar”.
- Por tercera vez -
Antes de que acabe enero, con México habiéndose retirado como observador del diálogo, la oposición y el chavismo se volvieron a sentar en una mesa establecida en Santo Domingo.
Chile, que también fungía como observador, tomó la misma decisión dos días después alegando que no se concretaban las condiciones para unos comicios “presidenciales democráticos, transparentes y conforme a estándares internacionales”.
Los encuentros se volvieron a suspender el 5 de febrero, pero al día siguiente representantes del gobierno asisten a la firma de un convenio. La oposición no asistió a este evento.
Finalmente, el 7 de febrero, Maduro suscribió el acuerdo de paz y convivencia pacífica, alegando que él “sí tiene palabra” y que lo iba a “cumplir en todas sus partes”. A finales de mes se anunció que se convocaría a elecciones en abril, pero la mayoría de países del continente desconocieron las mismas asegurando que no existían las condiciones democráticas suficientes.