Cada 8 de octubre, los peruanos recordamos agradecidos la gesta de Angamos y reconocemos en el almirante Grau al peruano que nos llena de orgullo y nos invita a emular su ejemplo y virtudes. La Marina del Perú, heredera de su legado, hace de esta fecha una singular ocasión para ratificar su compromiso con el país y con el cumplimiento de la Constitución y las leyes.
Hoy, la Armada actúa en diversos escenarios. Mantiene la finalidad de defender la soberanía e integridad del país dentro del ámbito de su competencia y, al mismo tiempo, controla y resguarda las actividades productivas y recreativas que en las aguas peruanas se desarrollan. Participa activamente de la pacificación nacional; desarrolla funciones técnicas fundamentales en la prevención, preparación y respuesta ante desastres; es promotora y gestora de la atención social a las poblaciones más necesitadas de nuestra Amazonía; y es herramienta única de la presencia y proyección internacional del Estado, incluidos sus intereses antárticos.
En el actual entorno dinámico de nuestro país, la Marina interactúa con diversos sectores y niveles de gobierno según las actividades productivas que se desarrollan en el mar, como el transporte marítimo, la pesca, el turismo y la minería metálica y no metálica, por mencionar solo algunas de ellas. También hacemos frente y nos adaptamos a los cambios en las amenazas y actividades ilícitas tanto tradicionales como nuevas. Optimizamos nuestras capacidades para tener un desempeño multifuncional de nuestros sistemas de control, buques patrulleros, submarinos y aeronaves. Así, podemos liderar tanto la ciberdefensa de nuestra nación, como también aportar fuerzas entrenadas para la eliminación de los remanentes terroristas, una tarea que llevamos a cabo en décadas pasadas cuando fuimos llamados a unirnos al esfuerzo de pacificar el interior del país.
En el campo tecnológico, nuestros servicios industriales (SIMA) son expresión de la capacidad metalmecánica naval peruana. La construcción del buque escuela Unión –el primer buque multipropósito– y las patrulleras marítimas han permitido perfeccionar capacidades y preparar la renovación de nuestras naves principales con tecnología nacional. Además, han contribuido con más de doscientos puentes y obras de metalmecánica que han generado trabajo para más familias, lo que significa más oportunidades para los peruanos. A la capacidad técnica de los SIMA añadimos su capacidad de investigación y desarrollo de nuevos sistemas, que generan considerable ahorro y posicionamiento técnico en áreas de automatismo y control, sistemas de armas, electrónica, robótica y mecatrónica, lo cual nos ha valido ser premiados por cuatro años consecutivos en innovación por la Sociedad Nacional de Industrias.
El pasado Niño costero puso a prueba nuestra capacidad de respuesta ante los desastres naturales. Nos sentimos comprometidos con el despliegue realizado ante la desgracia y resaltamos la absoluta entrega de nuestro personal para llegar a los más necesitados. Se ha identificado también cómo mejorar estas capacidades y gestionado los medios complementarios necesarios. Paralelamente, nuestra Armada actualiza las capacidades técnicas para la alerta de eventuales tsunamis, para la investigación hidrooceanográfica de nuestro mar, la producción de cartas y servicios de navegación y la conducción de operaciones de búsqueda y rescate marítimo en el área de responsabilidad internacional asignada al Perú.
En cuanto a la atención a los más necesitados, a la par de nuestras plataformas itinerantes de acción social (PIAS) –que navegan también en el Titicaca– llevamos la presencia del Estado mediante nuestro buque hospital y buques tópico al poblador en la Amazonía.
Para cumplir con todas las tareas mencionadas, la preparación y desempeño del personal de la Marina es fundamental. Por ello, los programas de educación y perfeccionamiento desarrollan competencias en cada una de las especialidades que el amplio quehacer naval impone, velando constantemente por la interiorización de valores en todos los niveles organizacionales. De igual manera, se preocupa de los programas de salud, bienestar y retribución, para el apropiado desempeño de sus funciones.
La Armada de Grau, firme en sus valores institucionales, se mantiene íntegra en sus roles de defensa; y actualiza, renueva y moderniza sus unidades y capacidades principales en el marco de un plan estratégico. Inspirados en el permanente ejemplo de Miguel Grau, elegido por voluntad popular como peruano del milenio en 1999, la Armada saluda al país y renueva el compromiso de sus hombres y mujeres –tripulantes imaginarios del Huáscar legendario– por el bienestar y progreso de todos los peruanos.