Mucho se ha hablado en los últimos días sobre la adquisición de Quicorp por parte de Intercorp, y se han mencionado palabras que asustan mucho, como monopolio y posición de dominio. Pero son solo temores que no tienen un correlato con la realidad, igual que los fantasmas.
Se ha dicho que una de las consecuencias de la adquisición será la subida de precios de los medicamentos. Sin embargo, existen razones que demuestran que las cadenas de boticas están condenadas a mantener sus precios bajos.
La primera es que el mercado farmacéutico es altamente competitivo. En el Perú existen más de 11.000 boticas, de las cuales más de 9.000 pertenecen a empresas independientes. Ello da a los consumidores un amplio abanico de posibilidades de elección, que les permite migrar rápidamente.
La segunda es que el acceso al mercado es irrestricto y no se requiere gran inversión para abrir una botica, por lo que siempre que existan clientes insatisfechos aparecerá rápidamente un competidor.
La tercera es que el negocio de venta de medicamentos es de muy bajos márgenes. Ello explica que el modelo de negocio de las cadenas esté orientado a la expansión. Por esta razón es que en los últimos seis años Inkafarma ha abierto más de 800 boticas en todo el país, llegando a ciudades remotas donde operar con precios altos es algo impensable.
La cuarta es que el principal atributo sobre el que han sido construidas las marcas de Inkafarma y Mifarma es el precio y el ahorro. Inkafarma es recordada por sus precios bajos todos los días y Mifarma por sus descuentos. Subir los precios iría en contra de la identidad de cada una de estas marcas, y nadie invierte en construir una marca para ir en contra de sus atributos y de su identidad.
Otro de los fantasmas que andan merodeando es que las boticas independientes irán desapareciendo. Sin embargo, históricamente los independientes han mantenido un nivel de penetración en el mercado superior al 50%, en el que las cadenas no han podido competir. La razón es que las boticas independientes tienen una serie de ventajas competitivas, como una baja rotación de personal que les permite generar vínculos de afinidad de muy largo plazo con sus clientes, una mayor informalidad y una menor fiscalización por parte del Estado, que les permite mantener sus gastos operativos por debajo del promedio.
Se ha dicho también que se afectará el trabajo de los químicos farmacéuticos; pero lo que muchos no saben es que estos tienen el trabajo asegurado y garantizado por muchos años. Los químicos farmacéuticos son el pilar fundamental de la industria farmacéutica. Sin ellos es imposible abrir una botica y son un recurso escaso. La demanda de químicos farmacéuticos en el Perú supera los 40.000 puestos de trabajo, y sin embargo existen poco más de 20.000 colegiados.
Finalmente, se ha hablado de una posible desaparición de los genéricos de las boticas. Pero la oferta de genéricos responde a la demanda de los consumidores, y si los consumidores demandan un determinado surtido y una botica no lo tiene, migrarán inmediatamente a la que sí lo ofrezca.
Los fantasmas asustan, pero solo a los que optan por creer en ellos. Afortunadamente, hay quienes no pierden de vista la realidad y optan por ver el lado positivo de esta adquisición. Como el hecho de que un grupo peruano realice con optimismo la inversión más grande de su historia, en un contexto político tan complicado en el que el desencanto y la frustración parecen ser las guías de nuestro destino.
Nota del editor: La semana pasada Intercorp (propietaria de Inkafarma) adquirió Quicorp S.A. (propietaria de Mifarma, Fasa y BTL).