Teniendo la ocasión de visitar nuevamente esta hermosísima ciudad después de veintidós años, atendiendo la invitación que nos cursó la Corte Constitucional de la Federación Rusa por nuestra condición de magistrado del Tribunal Constitucional del Perú, pudimos contemplar el maravilloso palacio Tsárskoye Seló, del arquitecto Rastrelli; el Palacio de Peterhof rodeado de las fuentes más maravillosas del mundo, hechas para superar a Versalles; la fortaleza en la cual se encuentran las tumbas de todos los zares y la capilla de los Romanov, donde reposa Nicolás II con su mujer y sus tres hijas; las casas y las tumbas de Dostoievski y Tchaikovski; el teatro Mariinski bajo la dirección de Valery Gergiev, y el museo Ermitage donde vimos dos Da Vinci, doce Rembrandt y cuadros de Rafael, Rubens, Tiziano, Caravaggio, Goya, Velázquez y el Gran Reloj del Papagayo.
Cuál sería nuestra sorpresa cuando, al salir del Museo del Estado Ruso en la plaza Pushkin, vimos los carteles en el Museo Etnográfico Ruso de la Exposición del Oro del Perú organizado por dichos museos con nuestro Museo de Oro, referida a la colección de la Fundación Miguel Mujica Gallo.
Entramos a verla con el orgullo de ser peruanos y recordando al fundador de la colección conversando con mi padre y Óscar Trelles en la playa La Herradura. Además de acopiar su magnífica colección, Mujica honró al presidente Belaunde al presidir su último gabinete del primer gobierno y ser el embajador del Perú en España durante el segundo. Fue también presidente del Club Nacional en dos períodos intercalados. Vivió con nosotros más de noventa años.
Empero, sin duda alguna, su mayor trascendencia fue su aporte al Perú milenario que cultivó el imperio del oro. Así, dedicó su vida a la gran colección que hizo de nuestro pasado histórico, que hoy se luce en Rusia y en el futuro cercano será expuesto en otros lugares.
Nació con una adquisición a huaqueros de más de 300 piezas de oro y piedras preciosas. Miguel Mujica optó por comprar ese tesoro que corría el riesgo de salir del país. Su colección comprende obras antiguas e incluye algunas piezas anteriores a Cristo, revalorizándose con objetos de las culturas Lambayeque, Mochica, Chimú, Vicús, Frías e Inca, entre otras. Como ha destacado Czar Gutiérrez en este Diario, la colección comprende más de seis mil piezas de metal (oro, plata y cobre), así como veinte mil armas, y su propietario las exhibió en el Petit Palais de París en 1958 por primera vez, siendo el museo peruano que más ha exhibido en el exterior.
La colección expuesta en San Petersburgo exhibe ochenta y seis objetos prehispánicos de las culturas citadas, los mismos que muestran los logros tecnológicos y artísticos de los antiguos peruanos. Dentro de las piezas expuestas destacan, de la cultura Lambayeque, un tumi de oro con crisocolas y un vaso de oro con representación de Naylamp, personaje mitológico del Antiguo Perú, así como la corona de oro de la cultura Frías.
La muestra busca atraer a los visitantes para que adquieran una visión amplia de las tradiciones y ceremonias realizadas por los antiguos pobladores prehispánicos, experimentando sus visiones y conceptos. Ello se complementa con paneles luminosos de gran tamaño con el fin de proyectar imágenes de paisajes, flora y fauna del Perú, promoviendo así a nuestro país como interesante destino turístico para los rusos.
Debemos confesar que en lo que llevamos viajando por el mundo nunca hemos tenido una sorpresa tan agradable de nuestro Perú, como ha sido la de tenerlo presente en la Rusia remota, con una manifestación de cultura que nos exalta y nos hace pensar en la grandeza de nuestro país gracias a la vocación de uno de sus hombres eminentes como Miguel Mujica Gallo.