Millones de personas alrededor del mundo se movilizan estos días para prevenir y eliminar uno de los más grandes males de nuestro tiempo: la violencia contra las mujeres y las niñas. La violencia de género no distingue escenarios ni respeta fronteras.
Frente a ello, entre el 25 de noviembre y el 10 de diciembre, gobiernos y sociedad civil se movilizan contra la violencia de género, sea física, psicológica o sexual; el feminicidio, la violencia doméstica, la trata de personas; e, inclusive, la esclavitud.
En todo el mundo, una de cada tres mujeres experimenta violencia física o sexual a lo largo de su vida. Estremece comprobar que, del total de mujeres que fallecen en el mundo, la mitad muere a manos de su pareja o de un familiar. Entre el 2010 y el 2018 en el Perú hubo más de 9.414 víctimas de trata de personas laboral y sexual. El 90% eran mujeres, principalmente en Cusco, Lima, Loreto y Madre de Dios.
La violencia de género se mantiene invisibilizada debido a la impunidad, el silencio, el estigma y la vergüenza asociados a ella. Sus efectos son devastadores para familias y sociedades, por ser una de las peores violaciones a los derechos humanos. De ahí, la necesidad de una real movilización de los gobiernos y la sociedad civil.
Estados Unidos apoya el Plan de Acción del Perú para prevenir la violencia contra las mujeres. Apoyamos las políticas y esfuerzos normativos, de aplicación de la ley, prevención, tratamiento y eliminación de barreras no codificadas de discriminación o violación de derechos. Por ejemplo, apoyamos la capacitación y asistencia técnica a jueces, fiscales, policías y defensores públicos. Esto incluye capacitación sobre violencia doméstica a la Región Policial del Callao, así como la creación de un centro de emergencia para recibir reportes sobre crímenes. Asimismo, trabajamos con el Ministerio de Salud para fortalecer el acceso a servicios mediante el programa Recuperación de Mujeres que Abusan de Sustancias.
Una sociedad más abierta, inclusiva y democrática, que respete la diversidad y derechos de las mujeres, tanto en la esfera pública como en la privada, puede prevenir mejor la violencia de género.
A fin de reconocer el liderazgo y valentía de las mujeres de todo el mundo, el Departamento de Estado otorga cada año el Premio Internacional a las Mujeres de Coraje (IWOC, por sus siglas en inglés). Desde el 2007, han recibido este premio que busca resaltar la lucha por los derechos humanos, la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer 120 personas de 65 países, incluyendo el Perú.
Pero, la prevención de la violencia de género pasa también por impulsar el empoderamiento económico de las mujeres, un vital promotor del crecimiento de la economía sostenible. Para ello, es necesaria una educación de calidad para todos, que contribuye a romper el ciclo de la pobreza y, en particular, el ciclo de la violencia doméstica.
El progreso de los países es inviable si dejamos atrás a la mitad de la población. El desarrollo humano supone combatir la violencia de género en todos los aspectos, por ejemplo: que las mujeres y niñas tengan igual acceso a la educación, la salud, la información, la tecnología, las finanzas y los mercados. Iguales derechos e iguales oportunidades son el camino para prevenir y eliminar la violencia de género, así como alcanzar la paz y el desarrollo.