El comn de los mortales se entera del CADE por la televisin. De pronto, la imagen tan devaluada de los polticos, sobre todo en vspera de elecciones presidenciales, adquiere resonancia. Interesan sus ideas, sus propuestas, incluso su manera de ser, aunque en esta oportunidad los personajes sean harto conocidos, incluso demasiado, pues varios de los cinco candidatos cargan una mochila pesada, un pasado remoto y de no muy grata recordacin. A ellos no se les puede decir, con naturalidad, aquel piropo a una mujer madura: prefiero a las mujeres con pasado que con futuro.
El futuro debera interesarnos, pues el Per ha ingresado a los temas de la productividad, del envejecimiento y del cambio climtico, y ninguno de los tres es muy vendedor, mediticamente, que digamos. Digamos tambin que el CADE en Paracas, a pesar de la austeridad del entorno desrtico, tena un airecillo a Harvard y no a la plaza Dos de Mayo y que se trataba de un auditorio compuesto por empresarios que, aunque no sean muy lectores, alguna informacin manejan. Para el comn de los mortales, el CADE es la lite, el grupo selecto que manejar las riendas del pas. Pero, por lo poco que vimos, el tono sarcstico no lo hemos dejado de lado, y los candidatos miraban ms a la televisin que al auditorio, y las exposiciones tenan ms de electoreras que de tcnicas, de paporreteras que de conocimientos asimilados. Es un lugar comn decir que para ser presidente no es necesario ser inteligente o muy formado en los entramados del Estado, la economa y la poltica exterior; que el mrketing poltico crea al candidato, a la persona que gustar y le dar confianza a la poblacin.
De los cinco candidatos que se presentaron, tres han sido gobernantes, si consideramos a Keiko Fujimori como una prolongacin gentica, ideolgica y estratgica de su padre; tomando en consideracin ese hecho hubiese sido ms productivo una convocatoria sobre el difcil arte de gobernar en el Per, la conformacin del entorno tcnico del ejecutivo, la ausencia de partidos y la debilidad de las instituciones, el triste papel del Congreso, la presencia del narcotrfico en la poltica, pues lo que le interesa a los simples mortales son los cinco aos de gobierno que se nos vienen y no los tres meses electoreros, plagados de engaos y de lugares comunes. Los candidatos (as) son buenos novios (as), pero por lo general psimos esposos (as). Ahora s debo ser polticamente correcto con el gnero, aunque sepamos qu es lo que pasar si sale elegido tal o cual candidato (a). A ojo de buen cubero, entre peruanos no nos engaamos, sabemos quines son y de qu pie cojean: con o sin CADE.