El CADE Ejecutivos 2014 realizado esta semana en Paracas bajo el lema que le da título a este artículo nos deja un balance sumamente positivo, no solo por la relevancia y pertinencia de los temas discutidos, sino también por el importante acercamiento público-privado surgido en el foro, y las oportunidades que a partir de ello surgen para la actuación conjunta y concertada entre el Estado y el sector empresarial en favor de la agenda de reformas pendientes.
Reconociendo los enormes logros alcanzados por nuestra economía en los últimos años, este CADE planteó la necesidad de fortalecer nuestra precaria institucionalidad como condición para superar la ralentización del crecimiento en curso y recobrar el dinamismo que necesitamos a fin de transformarnos en un país del Primer Mundo. Esta última constituye una meta ambiciosa y exigente, pero alcanzable en el lapso de las próximas dos décadas.
El CADE priorizó temas como la lucha contra el crimen organizado, la corrupción, la reforma del sistema de administración de justicia, la descentralización y la mejora de la calidad educativa que, a pesar de su enorme urgencia e impacto sobre la inversión, no habían sido previamente abordados a profundidad en otros foros empresariales. Las discusiones también tocaron el cierre de brechas de infraestructura, la facilitación de las inversiones y la diversificación productiva.
Resulta importante destacar que esta edición del cónclave convocó a un selecto grupo de especialistas y empresarios nacionales de primer nivel. Además, nos acompañaron el presidente del Poder Judicial, cinco ministros de Estado, dos presidentes regionales y el contralor general de la República. También contamos con las intervenciones de tres expositores internacionales de gran prestigio y trayectoria, teniendo como moderadores de los ocho bloques temáticos a un grupo de reconocidos periodistas.
En esta oportunidad extendimos la participación a gran cantidad de jóvenes, la mayoría de ellos en las regiones, quienes nos siguieron a través de las redes sociales, enviándonos 850 propuestas referidas a los temas tratados. Más de 3.500 participantes accedieron a las sesiones en tiempo real desde Internet, compartiendo con nosotros sus opiniones y preguntas.
El evento se inició con la revisión de los avances registrados en el cumplimiento de los compromisos asumidos por los empresarios durante la edición anterior. Entre los logros más destacados figura el lanzamiento del Observatorio de Educación y Empleo Ponte en Carrera, iniciativa impulsada por IPAE en alianza con los ministerios de Educación y de Trabajo y Promoción del Empleo. Otro de los proyectos destacados fue el desarrollo de una plataforma compartida de dinero electrónico que permitirá ampliar significativamente la inclusión financiera.
En el bloque de seguridad y crimen organizado, luego de reconocer la importancia del tema y su impacto en el quehacer empresarial, se propuso la reforma profunda de la policía, incluidos la eliminación del régimen 24 x 24, la reorganización y purga de malos elementos, y el fortalecimiento de la organización a partir de núcleos de excelencia existentes en su interior.
El grave problema de la corrupción ocupó también un espacio privilegiado en la discusión. Entre las principales propuestas alcanzadas, destaca el incremento en el número de auditores a cargo de la contraloría, la implementación de un sistema de denuncias para el sector privado, la adopción y promoción de códigos de conducta gremiales vinculantes, el endurecimiento de las penas y la sanción social contra los que incurran en estos delitos.
En lo que atañe al sistema de administración de justicia, se reconocieron importantes iniciativas en curso como el expediente electrónico, y se sugirieron propuestas innovadoras como la ampliación del uso de los arbitrajes, la elección popular de jueces, la incorporación de magistrados-ciudadanos y el fortalecimiento de mecanismos de gestión administrativa.
La discusión sobre descentralización puso énfasis en la importancia de asegurar que el proceso cumpla el objetivo fundamental de acercar más el Estado a la ciudadanía. Se reparó en la necesidad de asegurar el desarrollo de capacidades locales y regionales, y revisar la transferencia de funciones para que la misma esté condicionada a la certificación y acreditación correspondiente.
Por el lado de las inversiones destaca la propuesta de un ‘shock’ facilitador integral, incluyendo medidas específicas que permitan agilizar y simplificar trámites. Con relación al cierre de brechas en infraestructura, se puso de relieve la necesidad de invertir en la profesionalización y ampliación de los equipos técnicos de las entidades a cargo de ver estos temas, tanto en los ministerios como en los gobiernos subnacionales.
En educación se presentaron los importantes esfuerzos que se vienen desplegando desde el ministerio para revalorizar meritocráticamente la carrera docente y priorizar la mejora en los aprendizajes. Igualmente, se discutió la extraordinaria experiencia de Moquegua que, en muy corto tiempo y gracias a los esfuerzos desplegados desde el gobierno regional, logró mejoras sustantivas en el desempeño de sus estudiantes. Para finalizar, IPAE presentó una visión del Perú al tercio de siglo elaborada por Pablo Bustamante.
Como pocas otras reuniones, este CADE centró la atención empresarial en los grandes problemas que enfrenta el país, presentando propuestas e iniciativas implementables en el corto plazo. La transformación del Perú en un país del Primer Mundo dependerá del éxito que tengamos en la implementación de la agenda de reformas pendientes que tuvimos la oportunidad de discutir en Paracas.