Conmemorando dicha fecha, la más gloriosa de la Iglesia peruana, se vienen preparando solemnidades religiosas excepcionales. Los días 27, 28 y 29 del presente están designados por las autoridades eclesiásticas para que acudan los fieles a orar en la catedral y a escuchar la palabra fervorosa y elocuente de nuestros oradores sagrados. Se han movilizado todas las órdenes religiosas de nuestra capital así como diversas entidades de carácter cultural. El gobierno estará presente en muchas de las ceremonias colaborando para que el 30 de agosto sea brillante e inolvidable. H.L.M.