Durante décadas el balneario de Miraflores fue un remanso de tranquilidad y en el verano muchas familias dejaban Lima para pasar los meses estivales en sus ranchos de esa localidad. Ahora, con el aumento de los automóviles, Miraflores ha tenido la necesidad de restringir la velocidad de los vehículos que solo pueden alcanzar los 20 kilómetros por hora. Es importante la tarea que cumple sobre este particular el señor Felipe A. Barreda, quien se ha volcado a mantener el ornato y la mayor tranquilidad sobre todo en la hermosa alameda Pardo.
H.L.M.