Aunque formalmente la huelga general en Buenos Aires terminó ayer, la ciudad sigue conmocionada. No circulan tranvías ni automóviles. La mayoría de los establecimientos comerciales siguen cerrados. Patrullas del ejército recorren la ciudad donde todavía hay desórdenes. El abastecimiento de la población se hace con dificultad. Se informa que a causa de la lucha de los últimos tres días hay 250 muertos y más 700 heridos. Algunos creen que las cifras son muchísimo más altas. Al igual que en Lima y La Habana los obreros piden jornada de ocho horas.
H.L.M.