Los más diversos barrios de Lima se preparan para vivir los días de carnaval que han dejado ya en el olvido la época en la que el baldazo de agua, los tintes, el betún y hasta el barro se utilizaban en lo que se llamaba juegos, pero que más bien eran barbarie. Una vez más se elegirá a la reina de Lima entre las señoritas pertenecientes a los círculos sociales más exclusivos de la capital. Habrá también la reina del trabajo, reinas distritales y Ño Carnavalón hará su entrada triunfal anunciando que llegaron las fiestas. Se preparan numerosos carros para el gran Corso de Flores. H.L.M.