Discrepamos con quienes ven oportunismo político en los recientes dichos de dos figuras peruposibilistas contra sus (¿aliados?) nacionalistas.
Analicemos primero el caso de Carmen Omonte, cuyas palabras contra el gobierno por el ‘DINI-espionaje’ generaron estas críticas de Juan Sheput: “Repugnante oportunismo. Acaban de dejar el Gabinete y ya piden censura”. Se equivoca Sheput, pues Omonte no “acaba de dejar” el Gabinete sino que lo hizo hace casi un mes, tiempo suficiente para reflexionar tan profundamente que uno puede olvidar que estuvo en el gobierno.
El segundo caso es el de Toledo, quien afirmó que durante su gobierno se detectaron US$850.000 provenientes de Caracas, dejando en el aire la sospecha sobre si estaban destinados al humalismo. Tampoco vemos oportunismo en estas declaraciones, ya que Toledo solo esperó nueve años para contarnos el hallazgo y es pura casualidad que lo haya hecho cuando los electores ven con más simpatía ser chofer de ‘El Chosicano’ que pata de Humala.
Nos vamos, dejando como reflexión para la Semana Santa el famoso pasaje bíblico del aliado que se ha esfumado: Al ser llevado ante los jueces, Pedro negó a Jesús tres veces. Mas similar pudo ser el destino,De vivir Jesús en un país andino.Y es que si Cristo fuese peruano, Lo habría negado algún chacano.