Me declaro hincha acérrimo de Daniel Urresti, nuevo ministro del Interior.
Quienes queríamos un sheriff comandando la policía creemos que Urresti aportará mucho, empezando por su vozarrón: jamás vimos a un ministro mandar el altavoz al cuerno para dirigirse a sus huestes. Además, el original método Urresti de motivación, también conocido como ¡ra-ra-ra! con taconazo triple, podría emplearse para arengar a otros funcionarios alicaídos. Por ejemplo, ¿no sería acaso una inyección anímica para nuestros parlamentarios que, al cerrar la jornada, Urresti entone en el hemiciclo un “¡Chajuí, chajuá, Congreso, Congreso, ra-ra-ra!”?
Asimismo, la designación de Urresti confirma una tendencia: los tecnócratas pasaron de moda. Es tiempo de gente con esquina, que resuelva los problemas en persona. Como dijo el flamante ministro: él es “del día a día” y “de acción más que de escritorio” (se cree que, a falta de escritorio, Urresti despacharía haciendo planchas sobre brasas ardientes). Y así como Urresti se dejó ver decomisando partes de autos y celulares personalmente, trascendió que, siguiendo esto del ministro omnipresente, el titular de Agricultura dejará su oficina de inmediato para pasar a ordeñar vacas y fumigar huertos. Y si funciona el plan, se sabe que próximamente el ministro de Vivienda dedicará sus mañanas a limpiar personalmente nuestras cañerías.
Hasta nunca, entonces, ministros oficinistas y recibamos la era del ministro de acción. Chau, Albán; bienvenido, Superman.Me declaro hincha acérrimo de Daniel Urresti, nuevo ministro del Interior.