Los grandes equipos en la historia del deporte tienen una cuota de suerte, la del tiempo. Deben coincidir una serie de elementos para que puedan progresar y conseguir objetivos. Le sucedió al básquet argentino a inicios del presente siglo con Manu Ginóbili a la cabeza de la “Generación Dorada”.
En estos momentos, los albicelestes viven un flashback con una camada distinta, liderada por un jugador que sonríe en los momentos más difíciles: Facundo Campazzo.
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La selección argentina llegó a los Juegos Panamericanos Lima 2019 con lo mejor que tienen. Figuras de talla mundial como Luis Scola y Nicolás Laprovittola, ambos ex NBA, o jugadores con un gran presente como Gabriel Deck o Nicolás Brussino, conforman la base de este renacer del básquet albiceleste. Todos comandados por un armador de 1.79 m. y 28 años. Hablamos de Facundo Campazzo.
La estrella del Real Madrid se ha convertido en el nuevo rostro del equipo dirigido por Sergio 'La Oveja' Hernández. Discípulo de Pablo Priggioni, 'Facu' le cede el protagonismo a Scola, aunque en la cancha los roles se invierten.
“¿Yo el nuevo rostro? No sé, todos tenemos claro que la selección está por arriba de todos. Estamos liderados por nuestro capitán Luis Scola, los demás aportamos con nuestro granito de arena”, afirmó con una sonrisa tras derrotar en tiempo extra a República Dominicana.
Sin embargo, el líder en el campo lleva la dorsal 7 y maneja los hilos como base armador y Scola lo acepta, dejándole la voz de mando en los tiempos muertos.
Ya alejado de la timidez que mostró en sus inicios, no teme en describir su sonrisa.
“Cuando sonrío sé que estoy jugando bien. Si no disfruto no me siento cómodo, sin importar el contexto”, acotó.
Ello quedó en evidencia en el partido frente a los centroamericanos, el cual catalogó como “irregular y muy difícil”.
Con un minuto y once segundos de tiempo en el último cuarto, Argentina estaba abajo 83-78. Cuando el Coliseo Eduardo Dibós se cargó de tensión, sobre todo del lado albiceleste, Campazzo mostraba una sonrisa en el rostro.
Cuando la tribuna pedía cortar con “fules” (así le dicen en argentina a los fouls), Campazzo manejó los hilos para conseguir estar solo 3 puntos debajo a falta de 13.9 segundos.
El armador dribleó sobre el medio y habilitó a su compañero Luca Vildoza para empatar el juego en una jugada memorable, que se suma a la 'palomita' de Ginóbili en Atenas 2004 y el triple milagroso de Andrés Nocioni en Río 2016 como las más emotivas de este siglo.
A la postre, en tiempo extra, se anotaron con la victoria por 102-97.Si bien Lima 2019 no otorga cupo para Tokio 2020, Argetina ha confirmado que la posta dejada por 'Manu' ha sido tomada por Campazzo y se enrumba a otro período de alegrías para el básquet albiceleste.