(EFE.-) Los investigadores de la zona arqueológica de Vichama, en la costa de Perú, hallaron los vestigios que revelarían una gran sequía a la que sobrevivió la cultura Caral, considerada la civilización más antigua de América, aseguró hoy la jefa del complejo arqueológico de Caral, Ruth Shady.
El hallazgo se compone de unos frisos con altorrelieves de figuras humanas pertenecientes a un templo de ceremonias religiosas construido en la última etapa de formación de esta civilización, que habitó los valles del norte de la región de Lima y otras regiones andinas entre el año 3000 y 1800 a.C.
La arqueóloga explicó que las figuras representan a personas que realizan “un ritual donde se percibe que la configuración de su cuerpo tiene muchas deficiencias de alimentación”, provocadas por una gran sequía que habría durado entre 60 y 130 años.
“Mi hipótesis es que se trata de un periodo donde el cambio climático ha afectado mucho a la sociedad, que sufre la escasez de recursos, pero todavía continuamos la investigación científica para comprobar esta teoría” y el momento exacto en que ocurrió, advirtió.
“No es cualquier sequía. Recién se ha descubierto y tratamos de entender por qué se representa a unos seres humanos a los que se les ve tan esqueléticos, y de manera secuencial”, describió.
Otro indicio de la gran sequía a la que la cultura Caral habría sobrevivido es que el templo fue posteriormente enterrado para construir encima otro más actual donde se rinde culto a una etapa de bonanza que marcaría la llegada de las lluvias.
En el templo más reciente, que fue estudiado hace un año, “aparece la representación de un sapo al que le cae un rayo en la cabeza”, lo que simbolizaría “la conclusión de un ciclo de vida con dificultades naturales y escasa productividad para entrar en otro donde empieza a llegar el agua”.
“En la cosmología o visión andina, el sapo está relacionado con el agua, y más todavía si a este le cae un rayo en la cabeza”, recordó Shady.
Para la investigadora, la cultura Caral dejó “un mensaje muy simbólico” en Vichama que “también podría ser importante para generar reflexiones sobre el cambio climático que ahora se nos avecina a nosotros, y al que ya estamos entrando”.
Los investigadores del complejo arqueológico de Caral trabajan en una decena de sitios más y tienen identificados veinticinco puntos con arquitectura monumental que podrían revelar más datos sobre el desarrollo y costumbres de la civilización más antigua del continente americano, contemporánea a Mesopotamia y Egipto.