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Al menos 200 geoglifos fueron destruidos por invasores en los últimos 15 años en la quebrada de Santo Domingo, en Trujillo, reveló Víctor Corcuera Cueva, representante en La Libertad de la Asociación Peruana de Arte Rupestre (APAR).
Entre estas figuras de más de 600 años de antigüedad se encuentran, además del espiral principal, otros tres espirales, uno de ellos de 15 metros de largo y cuyas líneas externas han sido devastadas por un cargador frontal.
“Los otros dos espirales ya no existen; incluso uno de ellos fue borrado con los pies, lo que significa también que se hace de forma adrede”, denunció Corcuera, quien visitó la terraza geológica el último fin de semana para registrar los nuevos daños producidos.
Corcuera hizo esta denuncia durante su participación en la conferencia ‘Los geoglifos en la quebrada Santo Domingo: complejo arqueológico en estado de emergencia”, desarrollado en la sede de la Alianza Francesa en Trujillo.
También participó del evento Gori Echevarría, presidente de la APAR. El arqueólogo lamentó que solo el 20% de los geoglifos destruidos podrán ser restaurados por el Ministerio de Cultura, el cual –a través de su dirección desconcentrada regional– anunció la restauración de las figuras.
“Será muy difícil recuperar las figuras destruidas por las técnicas empleadas para su elaboración y la forma tan ruin que han sido destruidas”, indicó Gori.
El fotógrafo José Carlos Orrillo, quien prepara un documental de la quebrada, dijo que de no haber una reacción oportuna por parte del Ministerio de Cultura, universitarios trujillanos marcharán por las calles de la ciudad para exigir el cuidado del sitio.
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