Trece presuntos integrantes de la organización criminal Los Malditos de El Triunfo – Renovación fueron capturados esta madrugada en el distrito de La Esperanza, en Trujillo. Se trata de una facción de la banda que logró reactivar la misma tras la intervención de junio del 2014, en la que cayeron 32 de sus miembros.
La megaoperación fue realizada por la Fiscalía Especializada contra la Criminalidad Organizada (FECOR) del Ministerio Público de Trujillo en coordinación con la Policía Nacional del Perú. Más de 30 magistrados y docenas de agentes policiales intervinieron a los sospechosos.
Entre los detenidos se encuentran Dionisio Freddy Esquivel Calderón ‘Freddy’ o ‘Aurelio’ y Ronald Melquiades Machuca Jiménez ‘Largo’ o ‘Gian’. Ambos eran lugartenientes de la organización, según las primeras investigaciones. En su defensa, ‘Largo’ dijo ser profesor de karate, haber sido preseleccionado nacional del mismo deporte e instructor en la Policía Nacional. Incluso, en su domicilio mostró la escuela de karate que dirige.
También fueron detenidos un menor de 17 años de edad, además de Julio César Muñoz Rodríguez y una mujer que aseguró haber sido liberada por la justicia luego de ser detenida en junio del 2014.
Los fiscales Lea Huallán Huaccha y William Rabanal Palacios indicaron que la banda es investigada por los delitos de asociación ilícita para delinquir, homicidio calificado y extorsión, este último dirigido sobre todo a transportistas de la zona. La orden de detención preliminar fue dictada por el Juzgado de Investigación Preparatoria del Módulo Básico de Justicia de La Esperanza.
La organización criminal era dirigida por Segundo Samuel Correa Gamarra, alias ‘Paco’, desde el penal de Challapalca, en Puno. Varias cartas personales de él dirigidas a su pareja fueron encontradas en el domicilio del lugarteniente Freddy Esquivel.
En la penitenciaría de Challapalca también se detuvo a un agente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), quien es acusado de ingresar objetos prohibidos a la cárcel y ser el nexo entre ‘Paco’ y otros integrantes de la organización.
La megaoperación también incluyó intervenciones en Challapalca y los penales de Chimbote y Castro Castro de Lima. “Se trata de un duro golpe al crimen organizado”, coincidieron los fiscales Lea Huallán y William Rabanal en diálogo con El Comercio.