ÓSCAR PAZ CAMPUSANO
Buenos Aires y Las Delicias dejaron de ser hace tiempo las bellas playas trujillanas de antaño. Por estos días parecen más bien zonas de conflicto, y el enemigo: el mar. El último oleaje que afectó a toda la costa peruana hizo pensar, otra vez, sobre la situación que afrontan al menos 700 familias. Sin playas que las protejan y con casas de adobe a un paso del colapso, cada ola es una amenaza que podría ser letal.
Ochenta y tres familias fueron afectadas y 19 viviendas de Buenos Aires, según el informe de Defensa Civil, quedaron inhabitables después del maretazo del 2 de julio. Pero la mayoría de las familias que allí vivían decidieron retornar esta semana pese a la clara advertencia de las autoridades: las paredes y los techos humedecidos podrían caerles encima en cualquier momento.
Desde que se construyó primero un rompeolas en 1956 y luego un molón en 1982, ambos para evitar el arenamiento, la erosión costera ha pasado factura en el litoral aguas arriba. Toda la arena que debió llegar a Buenos Aires, Las Delicias y Huanchaco está retenida al sur de Salaverry. Así, hace cuatro años, el instituto danés Skagen Innovation Center calculó que la erosión destruía doce metros de playa cada año.
Son al menos ocho kilómetros los que se perdieron en las últimas seis décadas. El problema es viejo, aunque las más duras consecuencias se sintieron con fuerza entre el 2005 y el 2010.
ESFUERZOS EN VANOCon la destrucción de los muros de contención de Buenos Aires, la municipalidad ordenó construir mallas que al poco tiempo se las llevó la marea.
Luego se instaló un enrocado provisional de S/.2 millones y, en el 2012, otro que costó S/.20 millones. “Solo para atender la emergencia”, decían las autoridades. Pero las rocas apiñadas frente a la costa no garantizan que el mar no se salga.
En Huanchaco, el Gobierno Regional de La Libertad colocó arena en la orilla por S/.3 millones. Con el paso de los días, el agua se la llevó. El ex presidente regional José Murgia dice ahora que esa arena está bajo el mar y ha permitido recuperar 1.200 metros de playa.
En el 2013 se regresó al fisco 68 millones de los 86 millones de soles que el Gobierno Central había destinado para la emergencia. Hoy ese dinero está en el Fondo Nacional de Financiamiento de la Actividad Empresarial del Estado (Fonafe).
Mientras se espera la solución definitiva en papel y el tiempo que demandará ejecutar las obras de reforzamiento, Las Delicias y Buenos Aires deberán seguir soportando para agosto y setiembre oleajes más intensos. Otra vez, la pesadilla del mar sobre las casas.
EN EMERGENCIAEl presidente del Comité de Desarrollo de la Ribera de Buenos Aires, Luis Cáceres Salaverry, reveló que representantes de Las Delicias, Buenos Aires y Huanchaco pedirán declarar en estado de emergencia esta parte del litoral liberteño.
“Estamos en riesgo inminente por la erosión que nos sigue afectando y quitando mar, además de poner en riesgo la vida de miles de personas”, manifestó Cáceres.
La información fue confirmada por el presidente del Movimiento Huanchaquero en Defensa del Medio Ambiente, Elfri Navarrete Narro. “Huanchaco no ha perdido solo playa, sino también sus tradicionales pozas de totora, indicó Navarrete.
Esta afectación de los totorales es investigada por la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental de Trujillo, que ha decidido abrir investigación “contra los que resulten responsables”.
El alcalde de Las Delicias, José Rojas Gavidia, también se ha sumado a este frente. Aseguró que ya ha presentado una solicitud a las autoridades pertinentes para que se atienda la emergencia.
Precisó que en su balneario, 100 familias esperan ser reubicadas, pues sus casas han quedado afectadas por la braveza del mar.