El Ministerio del Ambiente (Minam) aprobó el Protocolo Nacional de Monitoreo de la Calidad del Aire, para estandarizar el método con el que entidades públicas y privadas miden los niveles de contaminación en la atmósfera.
Con este protocolo se busca generar mediciones con información de calidad, representativa y comparable que sirva para que las autoridades tomen decisiones y ejecuten estrategias para un aire más respirable, le explicó a El Comercio la directora general de Calidad Ambiental del Minam, Giuliana Becerra.
Perú contaba con un protocolo elaborado en el 2005 por la Dirección General de Salud Ambiental (Digesa), del Ministerio de Salud, pero este nuevo documento –según Becerra– facilita hacer mediciones “más finas” en el territorio y clasifica los tipos de estaciones de monitoreo.
“Una cosa es medir en una zona urbana, otra es tener una estación de tráfico [vehicular] o una estación en zona industrial”, explicó la especialista quien además señala que el protocolo está precisando las normas técnicas para medir el material particulado más fino (PM 2,5) y otras sustancias contaminantes como el benceno (C6H6), el sulfuro de hidrógeno (H₂S) y el mercurio gaseoso total.
Las municipalidades, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), la Digesa, las fábricas y demás industrias, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (Oefa), las consultoras, universidades y todas aquellas entidades que miden la calidad atmosférica deben aplicar los criterios técnicos de este protocolo.
-El caso de Lima-
El Senamhi y la Digesa son dos entidades que hacen monitoreos diarios de la calidad del aire de Lima desde varios años y sus mediciones posibilitaron conocer el estado del aire que respiran los capitalinos, cuya contaminación está por encima de los estándares recomendados por la Organización de las Naciones Unidas y de los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) del Perú.
Senamhi maneja 10 estaciones de monitoreo; mientras que Digesa tiene 7. Algunas de estas máquinas están malogradas o tienen sistemas manuales, que no miden la contaminación en tiempo real y de forma automatizada.
Becerra dijo que tanto la red de monitoreo de Lima como la de otras partes del país debe ser evaluada y mejorada. Ciudades como Santiago de Chile y México DF tienen sistemas más complejos y modernos.
Una novedad del Protocolo Nacional de Monitoreo de la Calidad del Aire es que está normando los procesos previos de validación de censores de bajo costo que también miden la contaminación. Según Becerra, esto abre una posibilidad de ampliar las redes de monitoreo del país con información de calidad, comparable y compatible que demanda una menor inversión.