El templo Santa Cruz de Jerusalén de Juli, una hermosa joya arquitectónica en ruinas construida entre los siglos XVI y XVII, será reconstruido y puesto en valor.
El obispo de la Prelatura de Juli, Ciro Quispe López, anunció el inicio de esas tareas con la elaboración del expediente técnico que debe ser entregado en unos dos meses y medio, para luego dar paso a la fase de reconstrucción.
Un equipo técnico especializado en recuperación de patrimonios culturales provenientes del Cusco serán los encargados de la ejecución del proyecto. Fredy Domingo Escobar Zamalloa, director de la Dirección Desconcentrada de Cultura del Cusco, informó que el equipo está compuesto por 14 personas entre arquitectos y especialistas restauradores en obras de arte.
“El proyecto (expediente técnico) lo comenzamos hoy y será entregado a la sociedad, en dos meses y medio”, indicó Escobar Zamalloa quien asumió el compromiso de coordinar con la subdirección de Patrimonio de la entidad que dirige para viabilizar el expediente y de inmediato iniciar la obra.
El monto de inversión parea su ejecución, según cálculos estimados, fluctuaría entre los S/ 6 millones a S/8 millones en un plazo de unos dos años. Su financiamiento provendría de recursos directamente recaudados por ingresos a centros arqueológicos.
-Templo con historia-
El templo Santa Cruz, ubicado en la ciudad de Juli, capital de la provincia de Chucuito en la región Puno, según diversos documentos, comenzó a construirse desde sus cimientos hasta la culminación por la Orden de los Jesuitas, aproximadamente en 1581 o 1582 y se concluyó en 1607.
Parte de la infraestructura del templo se desplomaría por razones atribuidos a fenómenos naturales en 1741 y fue reconstruida años después. Luego sería remodelada en el siglo XVIII, pero volvería a caerse por efectos de un rayo en 1914.
Según señaló el obispó Ciro Quispe, en ese templo se habría oficiado por primera vez una misa en idioma aimara, acto litúrgico celebrado por el sacerdote jesuita Alonso de Barzana, de quien se dice aprendió el idioma y otros 11 dialectos nativos.
Reconocidos personajes de la congregación de los jesuitas como Ludovico Bertonio, José de Acosta, Santo Toribio de Mogrovejo habrían oficiado en este mismo templo.
La grandiosidad del templo es posible notarla aún hoy que está semiderruida. En sus paredes de piedra se aprecia finos trabajos de escultura y es considerada una hermosa muestra del estilo barroco mestizo. En los restos de sus techos, puede distinguirse artísticos decorados al igual que el tallado de los pilares, entre otras expresiones del mestizaje indígena.