En el distrito de San Pedro de Putina Punco, en la provincia de Sandia, en la región Puno, se desarrolla un conflicto entre agricultores que apuestan por cultivos como el café y cacao, y quienes prefieren el camino ilícito: sembrar y cosechar la hoja de coca mayormente destinada al narcotráfico.
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En esta confrontación, los cultivos de coca están ganando terreno y se están expandiendo de manera alarmante, según diversas evidencias conocidas por las autoridades.
Un panorama similar se vive en el valle de San Gabán, en la provincia de Carabaya, donde el Proyecto Especial de Control y Reducción de Cultivo de la Coca (Corah) ejecuta operaciones de erradicación de hoja de coca desde abril de este año. El inicio de las operaciones generó un violento rechazo y, producto de ello, dos agricultores de la zona murieron en el enfrentamiento con agentes del orden.
El último reporte de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) sobre monitoreo de coca correspondiente al 2017, señalaba la presencia de 193 hectáreas de cultivos de plantas de coca dentro del área natural protegida del Parque Nacional Bahuaja Sonene y más de 2.400 hectáreas en la zona de amortiguamiento que comprende diversos sectores del distrito de Putina Punco.
Sin embargo, autoridades locales y los propios agricultores de la zona que conocen la situación real del problema, establecen cifras mucho mayores de plantaciones de coca dentro del mismo parque. Estiman que hay unas 600 hectáreas de cocales en el área protegida, y cerca de 10.000 hectáreas en la zona de amortiguamiento.
Este incremento de cultivos de hoja de coca también generó el aumento de población de manera vertiginosa. Según cálculos del municipio distrital, la ola de migrantes amplió su población hasta unos 40.000 habitantes, de los cuales 15 mil son propios del lugar.
Como consecuencia de este hecho, también se están generando problemas de seguridad en la zona, al reportarse más casos de robos y asaltos que por ahora esta siendo controlado por las rondas campesinas al no haber una comisaría en la zona.
En ese escenario, el alcalde del distrito de Putina Punco, Eudes Coaquira Ccapa, califica el trabajo que realizan diversos productores cafeteros como un aspecto clave para impedir una mayor expansión de cultivos ilícitos en todos los valles de la provincia de Sandia, especialmente Putina Punco y Alto Inambari.
-Desafío-Nixon Mamani Vilca es vecino de Noe Vilca Enríquez, ambos tienen sus parcelas en el sector Arcopunco del distrito Putina Punco, donde tienen sembríos de café y cacao, cítricos, plátanos, paltos, entre otros productos.
Llegar a las propiedades de estos dos agricultores, tras un viaje en camioneta desde Putina Punco por una hora y media, no es tan difícil como en otras plantaciones.
“Después que la roya arrasó mis cultivos de café, ahora instalé nuevas variedades resistentes a esa plaga, con eso espero superar este mal momento. También estoy sembrando cacao y ya estoy cosechando”, dijo Nixon a El Comercio.
Él es beneficiario del Proyecto Mejoramiento de la Cadena Productiva de Cafés Especiales en las Zonas Agroecológicas de Putina Punco, Pampas de Moho, San Ignacio, Miraflores Lanza y Microcuenca de Río Pablobamba en el citado distrito, que financia la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Su primer gran desafío es ganar un concurso de café. Sabe que la tarea es difícil, pero Nixon, está decidido a enfrentar ese reto. Para ello sigue al pie de la letra las indicaciones que recibe para mejorar la calidad de su producción cafetera, y así igualar, o superar, el trabajo de reconocidos productores campeones nacionales e internacionales del café como Wilson Sucaticona, Raúl Mamani o Vicentina Phoco.
Sin embargo, todo su trabajo está en riesgo por el incremento de cultivos ilícitos. Él mismo admite, en voz baja, ser dueño de una ‘pequeña’ parcela donde planta y cosecha hojas de coca. “Esta ahí”, señala un monte boscoso al frente de donde está instalada sus plantaciones de café y cacao.
“Es que ahora apenas saco S/ 300 por quintal de café y como cosecho 10 quintales al año, no me alcanza para mantener a mi familia”,dice. Pero, también reconoce que los técnicos del proyecto le enseñaron otras formas de sacar provecho a sus productos.
Se trata de darle valor agregado a sus productos como destilar pisco en base a granos del cacao que cosecha o hacer barras de chocolate que comercializa en ferias promovidas en la misma localidad de Putina Punco.
“Antes, no había cacao por aquí. Lo hemos sembrado y está dando frutos, es una alternativa frente al café, que es más trabajoso. Además, los técnicos de Devida nos están capacitando casi a diario y nos enseñan, por ejemplo, a destilar el cacao para sacar pisco”, comenta Nixon.
En efecto, como complemento del proyecto, Devida en convenio con el municipio distrital de Putina Punco, desde hace varios meses atrás implementó una pequeña planta procesadora de café, cacao y destiladora de licor.
La planta, instalada en uno de los ambientes del municipio, permite transformar y procesar los productos que facilitan al agricultor comercializarlo para cubrir alguna necesidad económica y, de paso, satisfacer la demanda de los propios pobladores de la zona, según el alcalde Coaquira Ccapa.
-Electricidad y carreteras-“Yo valoro mucho que los técnicos del proyecto nos capaciten para darle valor agregado a nuestros productos y no solamente vender materia prima del café, cacao y frutas que producimos, tenemos mercado interno para eso”, manifiesta Noe Vilca.
También resalta del proyecto la asistencia técnica personalizada casi diaria, que les permite salir de la producción artesanal por un trabajo más técnico, además de proveerles semillas de nuevas variedades de café, abono orgánico y controladores biológicos para las enfermedades que atacan a sus productos.
Sin embargo, reclama más vías de comunicación (carreteras) para sacar sus productos, la instalación de una red de electrificación en la zona, servicio de comunicación telefónica (celular) y servicio de agua potable para cada parcela.
Paradójicamente, algunas de las carreteras abiertas por el municipio en convenio con Devida también son usadas por grupos de personas dedicadas al transporte de hojas de coca cosechadas en algunas parcelas próximas a los cafetales o implementación de pozas de maceración.
Un ejemplo de ello se presentó el sábado 17 de agosto, cuando un equipo antidrogas de la Policía Nacional desarticuló un laboratorio artesanal para el procesamiento de droga, donde fueron detenidas 11 personas y tres menores de edad.
La intervención a la poza de maceración, tras un trabajo de inteligencia, se realizó esa mañana en una zona ubicada en el sector Alto Arcopunco; es decir, próximo a la localidad de Putina Punco. Todo indica que los presuntos narcotraficantes hacían uso de una de las carreteras construidas en favor de los productores cafeteros.
Fuentes informaron que casi el 100% de la producción de hojas de coca en la zona de Putina Punco es procesada en laboratorios artesanales de droga ubicados en medio de esa zona boscosa.
No hay cifras de la producción de Pasta Básica de Cocaína (PBC) y Clorhidrato de Cocaína, pero se sabe que son transportados vía aérea desde aeropuertos clandestinos habilitados por los narcotraficantes para avionetas que proceden de Bolivia.
Una de las rutas usadas es la que va desde el sector Victoria hacia la frontera con Bolivia La otra es usando la vía que sale hacia Sandia desde Putina Punco, llegando a San Antonio de Putina desde donde puede trasladarse hasta Huancané o Juliaca y de allí a la frontera con Bolvia.
-No al cultivo ilícito-Para el dos veces campeón nacional de café y ganador del Premio Mundial del Mejor Café de Calidad en la feria internacional de Global Specialty Coffee EXPO Seattle 2017, desarrollado en Estados Unidos, Raúl Mamani Mamani, sus compañeros agricultores deben dedicarle más tiempo a la producción del café.
“Exhorto a mis compañeros productores de este valle de Tambopata en Putina Punco, para que siembren y produzcan café. Este producto te hace conocer diferentes países del mundo y mejorar su economía, con otros cultivos no llegaran más allá y podrían caer en lo ilegal”, alerta Raúl Mamani.
Cuenta que pasará de producir 20 hasta 40 hectáreas y atender la demanda que tiene, especialmente del exterior.
“Hace dos semanas, llegó un comprador de Corea del Sur con el que hemos firmado un contrato para proveerle 10 quintales de café de la variedad geisha, eso demuestra que si nos dedicamos al café con todo empeño podemos salir adelante”, reitera Mamani.
Raúl Mamani contó que cada quintal ha sido comercializó en US$ 1.100, que debe ser imitado por sus colegas productores, poniendo mucho empeño en sus cultivos de café y de esa manera dejar de lado los cultivos de coca.
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