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Ya no es extraño encontrarse en Tacna con colombianos dedicados a la construcción, al comercio ambulatorio o a la atención en restaurantes para subsistir lejos de su país.
Muchos acaban ejerciendo estos oficios después de haber intentado ingresar a Chile y recibir la negativa de las autoridades de ese país. Entonces, buscan ganarse la vida de alguna forma, aunque esto signifique quebrantar la legislación de extranjería del Perú.
Según la Superintendencia Nacional de Migraciones, solo entre octubre y noviembre, 2.392 colombianos fueron impedidos de ingresar al país del sur y tuvieron que retornar a Tacna.
El titular de esta oficina del Estado, Edwin Palomino, explicó que todos los que intentaron entrar a Chile –y pasaron por el control migratorio peruano– están en condición de legales.
Aclaró que su situación pasa a ser ilegal cuando ejercen cualquier oficio con el fin de subsistir.
“Eso no está permitido por la norma de extranjería del Perú. Si hacen algún tipo de actividad económica están en calidad de irregulares”, declaró el funcionario. Señaló que, al ser detectados, Migraciones ordena su expulsión.
FALTA PRESUPUESTO PARA EXPULSIONES
El jefe policial de Tacna, coronel PNP Enrique Blanco Ridoutt, afirma que los que infringen la ley migratoria pueden ser expulsados a las cuatro horas de ser intervenidos.
Sin embargo, la carencia de presupuesto imposibilitaría que los extranjeros en falta sean trasladados a la frontera norte para su salida.
Por esa razón, la policía se estaría viendo forzada a dejarlos libres, como ocurrió ayer con cuatro colombianos intervenidos en el terminal terrestre de Tacna.