*Con colaboración de Carlos Batalla/Archivo El Comercio
“A lo largo de la historia del Perú hemos tenido presidentes que han llegado al cargo después de los 60 años, de manera que eso de fecha jubilatoria tómenlo como debe ser tomado”. Era el 23 de mayo del 2009. Alan García era presidente de la República por segunda vez y cumplía, precisamente, 60 años. Soltó esa frase a los periodistas en medio de una actividad en Comas, inaugurando un hospital. Rechazaba una pronta jubilación.
“Gracias a la medicina, la tercera edad comienza a los 75 años y estoy seguro de que cuando llegue a esa edad comenzará a los 85 y así sucesivamente”, continuó aquella vez. Hoy, 23 de mayo del 2019, García hubiera cumplido 70 años. El ex presidente decidió, finalmente, quitarse la vida antes de llegar a la tercera edad –como él decía– y se suicidó hace poco más de un mes cuando iba a ser detenido por sus vínculos con el Caso Odebrecht.
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–Los 30–Cuando cumplió tres décadas, Alan García era un congresista constituyente. No fue el más popular en la elección: obtuvo 958 votos preferenciales. Pero ingresó debido a que la lista del Partido Aprista, que encabezó Víctor Raúl Haya de la Torre, alcanzó el 35,342% en dicha elección.
De esta forma, según los reportes de archivo de El Comercio, Alan García se convirtió en uno de sus mejores y más ardorosos oradores de la Asamblea Constituyente.
García, con un look de largas patillas y siendo el discípulo directo de Haya de la Torre fue, junto a Xavier Barrón (PPC), uno de los congresistas constituyentes más jóvenes.
Dos días antes del cumpleaños número 30 de García, el 21 de mayo de 1979, los limeños fueron testigos de las celebraciones por el centenario del Combate de Iquique y la figura del héroe naval Miguel Grau. En tanto, en la Asamblea Constituyente, ese mismo día, se consagró el voto de los analfabetos en la nueva Constitución del Perú.
Cuando cumplió 28, Alan García se había convertido en el secretario de Organización más joven que tuvo el Partido Aprista. Y tuvo como tarea organizar la campaña de Haya de la Torre para la Asamblea Constituyente de 1978, convocada por el entonces presidente Francisco Morales Bermúdez.
Tres meses después de haber cumplido treinta años, en agosto de 1979, su líder Haya de la Torre murió.
–Los 40–Cuando cumplió cuatro décadas, a García le quedaban dos meses en Palacio de Gobierno y una desaprobación altísima como presidente de la República, el más joven de la historia y el primero de su partido: solo el 9% respaldaba su gestión.
Luego de una política de gobierno marcada por un espíritu nacionalista y populista, que incluyó el intento de estatización de la banca privada y una lucha violenta contra el terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA, el gobierno aprista llevó al país a una de sus peores crisis económicas.
Alan García siguió gobernando –o sobrellevando el gobierno del país– en medio de esa difícil situación. El mismo día de su cumpleaños, el 23 de mayo de 1989, García Pérez inició una visita oficial a Colombia, país al que posteriormente solicitaría asilo político. El 28 de julio de ese año, en el mensaje al Congreso de la República, convocó a elecciones generales para 1990.
Al concluir su Gobierno, las reservas no sólo fueron inexistentes: estaban en rojo (-200 millones de dólares).
Además, para ese entonces, la inflación acumulada durante los cinco años de la administración superó la tasa de dos millones por ciento. Es decir, los precios aumentaron veinte mil veces en cinco años.
Cabe recordar que durante su gobierno, el Perú quedó marginado del sistema crediticio de los organismos multilaterales por la acumulación de una deuda de más de 2.000 millones de dólares con el BID, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
–Los 50–No fue en el Perú donde Alan García celebró –o solo cumplió– sus 50 años, su medio siglo de vida. Habría sido en París, Francia, según los reportes periodísticos de mayo del 99.
Diez meses antes de llegar a las cinco décadas, el 8 de julio de 1998, a García se le vio como uno de los espectadores del partido entre Francia y Croacia, disputando la semifinal de la Copa del Mundo de Fútbol, en el país galo.
García se había establecido en la capital francesa tras obtener el asilo político en Colombia. El 29 de abril de 1999, a unas semanas de cumplir 50 años de edad, el ex mandatario dio declaraciones políticas desde París. Era confirmado que ya no vivía en Bogotá.
Como se confirmó que estaba fuera de territorio colombiano, el gobierno peruano podía aplicarle algunas medidas. El Perú había iniciado un proceso de extradición para que responda por cargos de malversación de dineros oficiales y enriquecimiento ilícito, pero la Corte Suprema de Colombia no halló mérito para extraditarlo.
En el 2001, a los 52 años, finalmente retornó al Perú. En enero de ese año se inscribió a las elecciones presidenciales que perdió frente a Alejandro Toledo.
–A los 60–Las seis décadas, como contamos al inicio de esta nota, las recibió en una actividad como presidente de la República, en su segundo periodo. Asistió a las 8 de la mañana a la inauguración del complejo hospitalario Marino Molina Scippan, en Comas y hasta le cantaron “Las mañanitas” y “Cumpleaños feliz”.
En ese entonces, ya se había desatado un conflicto social que, posteriormente, marcó su Gobierno con una masacre: el “Baguazo”. Ello se desencadenó por el cuestionamiento a las normas y los decretos legislativos emitidos por la gestión de García. Uno de ellos era el D.L. 1090, llamado también la nueva ley forestal.
El 9 de abril de 2009, en Amazonas, indígenas aguaruno-huambisas bloquearon la carretera de penetración Bagua-Condorcanqui-Amazonas, Fernando Belaunde Terry. Protestaban para la derogación de dichos decretos.
El 23 de mayo, el mismo día del cumpleaños del presidente, los nativos que encabezaron protestas en Amazonas desbloquearon la carretera, y el tránsito recuperó su normalidad. Sin embargo, tres días después, más de 2 mil awajun y wampis tomaron 20 kilómetros de la carretera Fernando Belaunde Terry.
El 5 de junio, quienes habían bloqueado nuevamente la carretera Fernando Belaunde Terry para exigir la derogación de los Decretos Legislativos 1090 y 1064, fueron violentamente desalojados. El resultado fue una tragedia: 23 policías y 10 nativos muertos. Un policía desapareció.
El 17 de junio, García, en mensaje a la nación, solo reconoció que su Gobierno cometió “errores y exageraciones” en el caso de Bagua.
Antes del suicidio, a solo un mes y una semana de cumplir 70 años, el ex presidente era uno de los investigados preliminarmente por el Equipo Especial para el Caso Lava Jato por presuntos delitos de corrupción y lavado de activos.
Hasta el momento se ha conocido el testimonio del ex vicepresidente de Petro Perú Miguel Atala, funcionario del segundo gobierno aprista, quien ha confesado ante la fiscalía que el US$1.3 millón que Odebrecht le depositó en la Banca Privada de Andorra era para el fallecido ex mandatario. La investigación continúa.